Admitámoslo: la década de los 80 fue la mejor de todas. No se puede explicar con palabras, pero los que la vivimos, lo sabemos. Una década mágica para todos los que tuvimos la suerte de disfrutarla: el maravilloso cine, los fascinantes cómics, las novelas gráficas, esas míticas consolas NES y esas teles de tubo encendidas hasta altas horas de la noche, la MÚSICA con mayúsculas (y Michael Jackson por encima de todo), los muñecos de He-Man y Gijoe (con sus correspondientes programas de TV), los videoclubs, los salones Arcade con su música estridente, esos equipos de música gigantescos con sus cassettes que rebobinábamos con boli, los colegas que no tenían, como ahora, la nariz pegada a sus móviles como pobres zombies retrasados, sino que jugábamos a todo con energía, imaginación y sin ofendernos por cualquier cosa, no como en estos tiempos de ultra-corrección política y vacío interior millenial a todos los niveles.....Pero sobre todo, es la "magia", ese algo tan especial de los que vivimos en esa irrepetible época, la que hace que le otorgue un 5 a la película.
Porque el diseño de producción, la música y el ambiente están bien recreados. Y siempre es un placer volver a tiempos, sencillamente, mejores.
Sin embargo, no son pocos los problemas que arrastra el film: los personajes no terminan de funcionar, el desarrollo es muy irregular y lo juega casi todo a la carta de la búsqueda de un asesino, ahogando así el film hasta su (brutal) conclusión (en spoiler), además, es aburrida en muchos momentos, la repetición de situaciones es preocupante, y se saca muy poco partido a la ambientación y los diálogos.
Además, el tono de la película cambia de manera drástica conforme se acerca el tramo final, y te deja literalmente con el culo torcido y preguntándote "¿pero qué coño acaba de pasar?", porque....