Hipnótico film de Michael Haneke, el mejor que le he visto hasta la fecha (y lo considero uno de los directores europeos más interesantes de los últimos años) en el que el director austriaco, con producción alemana, bucea en el oscuro y tenebroso mundo de la Alemania rural previo al estallido de la Primera Guerra Mundial.
Como comentaba, la película nos sitúa unos meses antes de la Primera Guerra Mundial, y nos enseña fielmente como era la sociedad alemana de ese momento: fanatismo religioso, servilismo, intolerancia, represión, incesto, desprecio a la mujer, educación autoritaria con los hijos,... circunstancias que sólo lograron llevar a los niños y adolescentes que se criaron así a una conducta claramente marcada por el odio y el desprecio a todo lo que consideraban imperfecto, inferior o pecaminoso y siendo sin duda la semilla de los acontecimientos que llevarían a Alemania a cometer las tremendas y casi increíbles atrocidades que se vivieron durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los miembros de esta generación tomaron el poder.
Haneke consigue, durante todo el film, una atmósfera que oscila entre inquietante y escalofriante, dando la oportunidad al espectador de sacar sus propias conclusiones.
Tal vez sea por eso que esta gran obra esté considerada por muchos como una película controvertida. Bienvenida sea la controversia si sirve para que pensemos más, y, sobre todo, para no volver a comenter errores que ya se cometieron entonces y que se llevaron por delante a millones de víctimas inocentes.
Gran obra, para mi gusto, que puede considerarse una especie de manual para fabricar verdugos a partir de niños y adolescentes de (aparente) alma noble y corazón puro.