La receta mágica para que todo el mundo hable de tu película y vaya a verla mucha más gente de la que hubieses soñado:
1. Sexo sin sentido (añade todo lo que quieras y en cualquier momento)
2. Gore en primer plano
3. Putrefacción y deformidad animal
4. Diálogos rimbobantes
5. Algún actor conocido y algo histórico para ligarlo todo
Mezcla con una pizca de blanco y negro y remuévelo a cámara ultra-lenta. Así será igual de incoherente y vacía pero lo inflará todo un poco y le dará aspecto de cine de autor.
¡Recuerda! No hace falta que tenga ningún sentido ni significado, siempre puedes decir que quieres trascender y pasas de las estructuras convencionales del cine.

Al principio parece lenta pero luego, de repente, no sabes si reírte o llorar de las absurdidades y desvaríos que se suceden uno tras otro... Dónde quedó Dogville...

P.D.: Si te gustó, no dudes en ver "Alucarda, la hija de las tinieblas"