Instrucciones básicas para realizar una buena película:
- Toma un buen libro o historia
- Conviértelo en un guion al servicio de la historia. Contar con el autor del libro suele ayudar
- Selecciona a unos actores que vivan esos personajes, sin excesos pero con una convicción absoluta
- Un director que te envuelva con la historia, que poco a poco te convenza que los próximos 120 minutos, lejos de ser una perdida de tiempo, es una receta con la cantidad adecuada de amor, desamor, comedia y lirismo

No puedo esconder mi fascinación por la literatura sudamericana y su realismo mágico, ni mi amor por la cocina, por lo que la película parte con mucha ventaja, pero es que todo funciona extraordinariamente bien en Como agua para Chocolate, la actuación de Lumi Cavazos, contenida pero que expresa un carrusel de sentimientos es fantástica. Sobresaliente también están Mario Ivan Martinez y Regina Tome que consiguen esconder la deficiente actuación de Marco Leonardi y evitar que la película derive en un culebrón y permanezca en el maravilloso campo del realismo mágico.
Una película con una historia diferente, alegre y triste al mismo tiempo, contada de manera precisa, en la que te dejas llevar, como si fueras un niño pequeño al que le cuentan un cuento antes de irse a la cama.
Acaba la película y abro la nevera, deseando encontrar unas codornices guisadas con pétalos de rosas, pero me tengo que conformar con un modesto guacamole. Eso si las buenas sensaciones y la sonrisa con lo que lo disfruto gracias a la película no me lo puede quitar nadie.