Antes de ver El soldado Ryan, una amiga me había dicho (da lo mismo lo que tenga que hacer para impresionar, si hay que poner a E.T. Tirado en el suelo bajo la lluvia, se hace).
Más adelante vería un programa que pusieron por tv, en el que Heather O´rourke contaba una anécdota del rodaje de Poltergeist, refiriendose a la secuencia en que parece que los entes pretendan forzarla, y la habitación comienza a girar como si fuera una lavadora, la actriz, según contaba, se había dejado literalmente parte de la piel en el rodaje y estaba sangrando, cuando se lo dijo a Spelberg él le contesto:
-Tranquila, limpiamos la sangre en un momento y seguimos rodando.
No cabe duda que todo lo que hace tiene un cierto barniz, lustre, y si no fuera por su modo de ser, no habría logrado hacer películas como Tiburón o En busca del arca perdida, pero a lo que iba.
En la secuencia inicial de esta película, yo estaba tragando palomitas, pensando, es sólo una peli bélica, en el momento en que se baja la trampilla de la barcaza de desembarco, se arma la que se arma, yo me quedé con la mano a medio camino entre la caja de palomitas y la boca, y las dejé en el suelo un momento, ¡Por respeto!, la hubiera dejado ahí si no recordara lo que me dijera mi amiga (da lo mismo lo que tenga que hacer, te coge a traición).

Por eso, después de unos segundos de sock, seguí comiendo palomitas mientras seguía la carnicería, seguramente muchos pensaron que era un insensible.

Pero sí, la película, con esa extraña fotografía y ese estacato cuando esta apunto de iniciarse las escenas de batalla, junto con la música de John Williams, los actores y la ambientación, logran que uno se crea que está viendo el desembarco de Normandía, el resto de la película tampoco tiene desperdicio, con unos personajes y diálogos bien trabajados.


Y aun teniendo en cuenta lo comentado anteriormente, la verdad es que el principio está de muerte, con palomitas incluidas en mi caso.