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Argentina Argentina · santa fe
Voto de rouse cairos:
7
Drama Jeanne Charmant Killman (Isabelle Huppert), juez de instrucción, es la encargada de instruir y desentrañar un complejo caso de malversación de fondos en el que está implicado el presidente de un importante grupo industrial. A medida que avanza la investigación, se da cuenta de que su poder es casi omnímodo. Pero, al mismo tiempo, y por causa de su adicción al trabajo, su vida privada se tambalea. (FILMAFFINITY)
3 de abril de 2007
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con estilo elegantemente burlón y la renovación del compromiso con una forma de narrar, coherente entre el planteo estético e ideológico desde hace más de cuarenta años, esta nueva y esperada película del lúcido maestro de la nouvelle vague se traslada a Par¡s, para poner en escena un tema muy actual: la corrupción en las altas esferas del poder.

La historia se inspira en un sonado escándalo que, a principios de los noventa, envolvió a una megaempresa petrolera estatal francesa. Chabrol elige apartarse de hechos y personajes concretos, lo que además aclara explícitamente desde el comienzo, con una leyenda más que visible a modo de epígrafe.

Entre la ironía y la denuncia, su mirada está puesta en los mecanismos del poder en sus distintas esferas: política, económica, judicial, pero también y sobre todo personal.

Para observar los íntimos lazos que vinculan finanzas y política, elige por un lado, la óptica de la Justicia en el personaje de una implacable jueza de instrucción, magistralmente interpretada por Huppert, decidida a investigar hasta las últimas consecuencias.
"No me interesa la imagen de la justicia, me interesa la justicia", enfatiza esta nueva variante de heroína chabrolliana, mezcla de mujer fatal y justiciera, tal como lo indica su sugerente apellido "Charmant Killman" o la elegancia de sus polisémicos guantes rojos.
Más que por ambición o prestigio, su móvil es la obsesión de justicia, algo que no comprenden ni sus víctimas ni sus mismos superiores, campeones de la hipocresía y las apariencias.

Alejado del clasicismo, el incansable maestro no sigue el molde de una historia policial y acota los momentos de suspenso o intriga porque el nivel de la "historia" no es lo importante para él sino el juego de poder entre la jueza y sus acusados.

"La comedia del poder" no está a la altura de lo mejor en la extensa filmografía del director francés, que en ocasiones se vuelve un tanto reiterativo. Sin embargo sigue siendo un placer asistir a sus guiños irónicos y disfrutar de la formidable actuación de Isabelle Huppert.
rouse cairos
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