En una época donde la magia era alabada por el pueblo y los magos luchaban por convertirse en los mejores, el director Christoper Nolan nos trae una historia de pasión, rivalidad y obsesión.

Implementando su estilo propio que el director ha ido puliendo a lo largo de sus películas, creando ambientes fríos y melancólicos, que junto con la actuación extraordinaria de estos actores Hugh Jackman y Christian Bale, van llevando poco a poco a una resolución sorpresa que es en efecto la esencia de la película.

Es interesante ver como el ego de dos increíbles magos los lleva a los extremos de una rivalidad que terminaría sin duda en una tragedia y una enemistad que un día fue una buena amistad.

En mi opinión es una película que toca un tema bastante común pero sin embargo logra crear una trama de suspenso y ayuda a crear expectativas e incertidumbre durante todo el film, así mismo me agrada la especial atención que hay que prestar a los pequeños detalles ya que son indispensables para lograr descifrar pequeñas pistas a lo largo de la película.

Una historia brillante que permite ver la magia desde otra perspectiva.