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España España · Barcelona
Voto de reporter:
3
Fantástico. Aventuras. Terror. Acción Han pasado quince años desde que Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) vivieron la aventura que los hizo famosos. Tras probar el sabor de la sangre siendo unos niños, ambos se han convertido en unos auténticos justicieros, dispuestos a todo para vengarse. Pero ahora, sin que ellos lo sepan, también se han convertido en la presa, y tienen que enfrentarse a algo mucho más siniestro que las brujas: su pasado. (FILMAFFINITY)
15 de marzo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lecciones de fantasía que impartió el cine en 2012. Blancanieves hay muchas, pero ninguna como la nuestra. Los cerdos no tienen por qué jugar necesariamente el papel de víctimas en el cuento. Por último, pero no por ello menos importante, si de una coletilla hay que desconfiar antes de entrar en una sala de proyección es de la que reza ''Cazador(es) de...'' Tocaba a su fin la temporada fílmica de verano cuando por fin desembarcó en nuestra cartelera uno de los títulos palomiteros más esperados de la temporada. El universo del cretino -con cariño- de Seth Grahame-Smith llegaba a la gran pantalla con 'Abraham Lincoln. Cazador de vampiros', dando de paso el pistoletazo de salida oficial al homenaje que ese año el séptimo arte iba a dedicar a uno de los más importantes presidentes en la historia de los Estados Unidos. Resultados de aquella experiencia: a corto plazo, uno de los aburrimientos (con la consiguiente indignación) más abominables vividos en mucho tiempo tras pagar una entrada de cine; a largo plazo, un igualmente escalofriante efecto oráculo.

Dejando de lado las incomprensibles cantidades de fe que la industria está avocando -sin duda- ciegamente en alguien que se ha mostrado como un total inepto ya sea en su país natal como en casa de los jefes, el auténtico expediente X del caso reside en el comentado poder premonitorio de tan infame cinta. Primero, ya se dieron pistas sobre el poco gancho que acabaría teniendo el que -también sea dicho- muy injustamente todavía a día de hoy es considerado como el mayor abanderado que jamás haya existido a favor de la abolición de la esclavitud. A nivel de taquilla, de balance artístico, de reconocimiento académico... tanto si se tiene en mente a Timur Bekmambetov, como a Steven Spielberg, como -ya de manera más indirecta- a Robert Redford, el elocuente concepto ''bluf'' debería capitalizar nuestros pensamientos.

¿Y qué hay de la famosa coletilla? Ésta se tradujo en el enésimo palo que nos dio la industria. Justo en las partes nobles. Donde más duele. Otra -y van...- demostración de que en este mundo no existe garantía absoluta alguna de calidad. De lo que se trata ahora más que nunca es de cargarse (omitiendo la primera ''r'' también vale) los valores más supuestamente sagrados, así como los sistemas de valoración apriorísticos que en un principio creíamos más infalibles. Volviendo a Timur, ¿quién iba a decir que una película en la que el presidente Lincoln ocupaba sus noches puliendo su dominio en las artes marciales y bañando el metal de su hacha con sangre de vampiros iba a ser tan insulsa? ¿Quién iba a decir que una blasfemia histórica iba a ser tan inofensiva? ¿Quién iba a decir que una película en la que saliera Mary Elizabeth Winstead iba a ser tan poco estimulante? ¿Quién iba a decir que una película con un título tan cañero tendría finalmente tan poca chicha? Misterios -o crueldades- del cine.

Pocos meses después, y como se ha dicho, nos la vuelven a meter doblada. Justo por el mismo agujero; ''el más incómodo'', como diría el oscarizado Ben Affleck. Leemos 'Hansel & Gretel: Cazadores de brujas', y como tenemos esa alarmante falta de memoria (o directamente, como somos así de idiotas), empezamos a mover la cola cual perrito que sabe que, después de un insufrible encierro domiciliario de varias horas, por fin va a salir a la calle. Qué idea más maravillosa. Son Hansel y Gretel, los adorables niñitos abandonados en el bosque y que sobrevivieron a su peligrosa visita a la casita de caramelo. Han vuelto, armados hasta las cejas, para patear culos. Bien. Las brujas están temblando porqué saben que la hoguera -o un destino mucho peor- les está esperando. Bien, bien. Va a haber, dicen, mucha sangre. ¡Bien! ¿Dónde hay que firmar para... tropezar por segunda (?) vez con la misma piedra?

Sellamos el pacto con el diablo poniéndonos una vez más -increíble...- las malditas gafas polarizadas y de repente nos hallamos en las puertas de la legendaria Selva Negra germana, donde la gente practica habitualmente el extraño -más bien inquietante- deporte de abandonar a sus vástagos para mayor regocijo de las todavía más extrañas e inquietantes criaturas que allí habitan. Menudo panorama. Mejor volver a la civilización, a la próspera y esplendorosa Augsburgo, cuyas calles están controladas por un agresivo sheriff al que pone cara... Peter Storemare. Un segundo. Hermanos Grimm, bosques tenebrosos, seres malignos, Peter Storemare... ¿Dónde habremos visto esto ant...? Oh, oh. Por si los presagios no acompañaban, otro se suma a la oscuridad premonitoria. La imagen del ex Monty Python Terry Gillian confirmando su triste decadencia en 'El secreto de los hermanos Grimm' se clava en el cerebro y de allí no sale.

Con lo bien que pintaba la aventura... Por suerte queda una última esperanza, encarnada en un director que ya tardaba en probar suerte en América. El noruego Tommy Wirkola sorprendió hará ya cuatro años con la cinta de culto 'Dead Snow', en la que unos zombis nazis -como leen- que ponían título a la propuesta en nuestro país amargaban el fin de semana a unos jóvenes estudiantes de medicina. Después de la irritante -pero con chispazos de inspiración- 'Kill Buljo: The Movie', Wirkola se confirmó (más aún, se supone, con la posterior e inédita 'Kurt Josef and The Legend of the Fjord Witch') como un director a tener muy en cuenta dentro de la ola -vandálicamente- revisionista en la que el mundo del arte se ha sumergido especialmente a lo largo de los últimos años. Se trata, de nuevo, de arremeter contra los más venerados tótems (en este caso, Tarantino, Myrick & Sánchez, Raimi, Jackson...), sin olvidarse de aducir -y realmente sentir- respeto en el susodicho proceso de destrucción.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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