Sin duda una de las mejores películas proyectadas en el Festival de Sitges y una de las mejores películas en lo que va de año. Con una puesta en escena brillantísima, un estilo y una sensibilidad abrumadora, el director de "Baby Driver"o "Zombis Party" Edgar Wright nos trae una especie de thriller de terror con viajes en el tiempo, trasladándonos desde el presente a la década de los 60 en Londres en el Soho, un barrio lleno de luces de neón y fiestas lujosas acompañada de selección de canciones de la época maravillosas.

La joven Eloise llega a la escuela de moda de Londres con ambiciones de ser la próxima gran diseñadora, proviene de un pequeño pueblo y no tiene mucha confianza en sí misma. Tímida e inexperta conoce a su nueva compañera de cuarto, una chica mucho más avispada e irresistible para los hombres, todo lo que ella anda buscando. Pero después de conocerla bien se da cuenta de que es una completa idiota por lo que decide mudarse sola a una habitación en un viejo caserón. Allí comienza a tener unos sueños realmente perturbadores que la trasladan a los años 60 y comienza a vivir la vida de otra chica...

Comenzará a imitar a su doble nocturno y a diseñar vestidos de aquella época, la ficción o la realidad que está viviendo es incomprensible y aquí es donde entra el juego de la relación o no con una enfermedad mental como la esquizofrenia.

La cinefilia del director Edgar Wrigth queda patente en muchas escenas y su estilo visual es más que sobresaliente. Las dos protagonistas están soberbias tanto Ana Taylor Joy como Thomasin McKenzie las dos acaparan todo el metraje con unos personajes diferentes, sin embargo, muy interesantes.

Toda una fantasía pop convertida en una gran película de terror.
Destino Arrakis.com