Con un guión y dirección de Jared Moshe y deleitándonos con los paisajes increibles de Montana por el director de fotografía David McFarland que filmada en 35mm y con luz natural nos presenta un buen western con un protagonista entrañable interpretado magistralmente por Bill Pullman, un hombre con cierto retraso pero encantador y buena persona que hará lo imposible por vengar la muerte de su amigo.

La historia nos resulta demasiado familiar de hombres buenos y malos, lealtad y traición recordándonos pelis de Ford o Hawks (Río Bravo, el zurdo, sin perdon) pero el mensaje de intentar hacer lo justo en una sociedad que empieza a corromperse por los políticos, nos suena bastante familiar.

Peter Fonda solo aparece los 10 primeros minutos, Jim Caviezel es el nuevo gobernador. Kathy Baker es la viuda y un papel simpático tiene el niño Diego Joseph que ayuda a Lefty en su cruzada contra el mal.

En el fondo el film es un drama de personas imperfectas en un mundo de grandes mitos, pero como buenos héroes del oeste salvaje la película cumple muy bien con los amantes de este maravilloso género.
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