Sin lugar a dudas esta película es uno de esos clásicos del cine que perduran a lo largo de los años, y que se ha convertido en una joya del séptimo arte imprescindible de ver.
Stanley Donen dirigió esta trama que mezcla de una manera magistral la comedia y el thriller. Muy escasas son las películas que consiguen este balance tan equilibrado para pegar al espectador con una historia de espías y, a la vez divertir con momentos muy ingeniosos.
Las historia nos centra en París donde una joven descubre que han asesinado a su marido. Al aparecer su marido muerto empieza a descubrir que era un auténtico desconocido para ella, y varios hombres intentan matarla porque piensan que es la que tiene el dinero robado por su marido. Mientras; un desconocido le ayuda a librarse de estas tres personas peligrosas. Pero pronto las dudas de si este hombre caritativo es quien dice quien es empezarán a surgir en la mujer al ser testigo de situaciones extrañas.
Se trata de una película que engancha desde el principio hasta el final, debido a que la trama está desarrollada de una manera que no decepciona en ningún momento.
Un guion con frases brillantes hacen que uno se divierta con esos personajes que muchas veces no sabes si dicen la verdad o mienten. El guion está repleto de diálogos fantásticos, lleno de mensajes irónicos y otros demoledores que inevitablemente demuestran la calidad que tiene.
Pero además de un brillante guion y de una dirección magistral por parte de Stanley Donen, también cuenta con unas interpretaciones memorables. Pero es que no se puede esperar menos cuando se junta un reparto de lujo como pocas veces se ha visto en el cine.
Encabezado por los geniales Cary Grant y Audrey Hepburn, ambos realizan una lucha interpretativa brillante regalando dos personajes memorables que se clavan en la retina de cada uno, y que enamoran desde que aparecen en el primer fotograma.
Pero también el film cuenta con la colaboración de monstruos interpretativos como Walter Matthau, James Coburn o George Kennedy. Tres brillantes actores que dan vida a unos personajes secundarios cruciales para la trama, y que demuestran en esta cinta porque han grabado a fuego sus nombres en la historia del cine por su gran nivel interpretativo.
En fin, "Charada" es una de esas películas que nunca te cansas de ver debido a la gran calidad que tiene. Un film que mezcla perfectamente el thriller y la comedia. Dos géneros en un principio muy complicados de unificar, pero que en este caso encajan a la perfección.