El director francés Jean-Jacques Annaud vuelve a demostrar el enorme talento que tiene dirigiendo esta fantástica película tal y como hizo en "El oso", "Dos hermanos", "En busca del fuego" o "El nombre de la rosa".
En esta ocasión nos mete de lleno en la ciudad de Stalingrado durante la Segunda Guerra Mundial. Nos expone un momento crítico de la historia, pero visto a través de los ojos de dos francotiradores; uno ruso y otro alemán. Ambos son dos expertos tiradores que vivirán su propia guerra intentando acabar uno con el otro.
La película cuenta con imágenes tremendamente impactantes, donde uno observa impasible el horror de la guerra. Una guerra que divide un planeta y que pone en situaciones límites a todo tipo de personas, independientemente de edad y sexo.
Jude Law y Ed Harris son los encargados de dar vida a estos dos francotiradores. Ambos realizan un trabajo brillante interpretando a estos soldados que son capaces de estar horas ocultos sin moverse, con tal de conseguir el objetivo de disparar a su objetivo.
Junto a ellos; Joseph Fiennes. Él da vida a un periodista ruso que es el mejor amigo de Jude Law. Ambos entrarán en disputa por el amor de Rachel Weisz, una joven inteligente que solo sueña con luchar entre las trincheras.
Todos ellos bordan sus papeles y nos llevan de la mano en este viaje hacia un lugar nada recomendable. Un viaje lleno de amor y drama, donde una lucha mundial se ve centrada en dos hombres que intentan ganar una batalla personal.
En fin, impresionante película que deja sin aliento desde el principio. Uno se introduce fácilmente en la historia gracias a un guión brillante y a una banda sonora que emociona. Cada nota acompaña junto a cada bala a unos personajes llenos de pasiones y miedos. Sentimientos encontrados, pero que son necesarios para seguir con vida en una ciudad donde cada noche puede ser la última de sus vidas.