He visto varias veces esta película y todavía me sigue impactando. Todavía me quedo pegado al asiento con esa primera media hora donde uno observa impasible el desembarco de Normandía. Una sucesión de minutos que bala a bala, y cadáver a cadáver uno va quedándose más petrificado, al observar ese hecho que cambió el curso de la historia.
Pero la película cuenta mucho más que ese desembarco. Cuenta una hazaña que realizaron ocho hombres en busca de un soldado que deben devolverlo a su casa. Cómo la búsqueda de una aguja en un pajar, todos ellos se embarcarán en un viaje a través de territorio francés, donde vivirán momentos peligrosos ante el enemigo, y donde irán descubriéndose unos a otros.
¿Realmente compensa arriesgar la vida de ocho hombres por salvar la de otro que no saben si está vivo? ¿Porqué la vida de ese soldado vale más que la de ellos? ¿Porqué el sufrimiento de esa madre es más profundo que el de las suyas?
Todas estas cuestiones se las plantean estos personajes, los cuales intentan obedecer unas órdenes que les imponen sus superiores, aunque ellos no estén de acuerdo.
Steven Spielberg realiza una película realmente impactante y maravillosa. Él nos regala unas imágenes únicas que dejan boquiabierto a cualquiera. Unas imágenes que se graban en la memoria, y que provocan que uno no vea igual otra película bélica.
El director cuenta para llevar este proyecto a muy buen puerto con un elenco de actores maravilloso. Todos ellos realizan un trabajo increíble bordando sus papeles. Aunque si me tuviera que quedar con un momento interpretativo, sin lugar a dudas sería la última escena de Giovanni Ribisi. Me impactó tanto que no consigo quitármela de la cabeza.
En fin, maravillosa y única película que no decepciona en ningún momento. El film da tantas bofetadas con sus escenas, que desde el principio deja a uno sin aliento, y hace que casi las tres horas de duración pasen rápidas. Sin lugar a dudas una película imprescindible de ver que cuando acaba, solo dan ganas de volver a verla.