Basada en uno de los best-sellers más vendidos de la historia, esta película fue todo un reclamo de público ya que contaba con un gran número de seguidores.
La película nos presenta una historia en cierto modo un poco compleja al principio. El motivo es que existen muchos cambios del pasado al presente, y ciertos personajes que se mezclan unos con otros, resultando un poco complicado seguir el hilo.
Y es que se nos presenta una trama donde una joven alcohólica y con depresión viaja todos los días en tren, y se obsesiona con una joven que ve siempre desde la ventanilla. Ella se imagina como es su vida y siente la inquietud de recrear como sería. Un día observa que a esta joven le ocurre algo, y se propone averiguar que ha ocurrido y quien le ha podido hacer algo.
Con este film pasa algo curioso. Hay que reconocer que la historia es buena, pero tiene el enorme problema que su primera media hora es excesivamente caótica. Uno no sabe muy bien que está viendo ni que está ocurriendo. No tiene claro quienes son los personajes, ni en que momento está transcurriendo la trama. Así que durante media hora uno como espectador anda bastante perdido, y por consecuencia le cuesta enormemente entrar en la trama y en todo lo que se desarrolla.
Esto es un gran problema, y es lo que hace que le de esta nota. Y es que creo que es un enorme error el narrar la historia así. Yo no he leído el libro (y no sé si será fiel o no), pero reconozco que no me ha convencido mucho este planteamiento. Todo está contando a trozos bastante inverosímiles que luego irán encajando. Pero cuesta mantener la atención durante todo el tiempo.
Con respecto a las actuaciones hay que decir que todos realizan un gran trabajo. Emily Blunt es la protagonista y una grandísima actriz. En este caso realiza una interpretación sobresaliente regalando un personaje repleto de matices que hacen que uno no pueda evitar asombrarse con su trabajo.
En fin, "La chica del tren" es un film que no convence del todo debido a que su comienzo es muy caótico y difícil de comprender. Eso hace que a uno le cueste entrar en la trama. Es cierto que cuando uno se inmiscuye disfruta enormemente con una historia bien creada; pero claro, ya es un poco tarde porque cuando se involucra ya ha pasado casi una hora.