20 de enero de 2009
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las películas de La momia nunca se caracterizaron por ser brillantes, que va, hasta podríamos encontrar a un Indiana Jones aunque en clave mucho más irrisoria y auto-paródica. Salvando algunos chistes aislados y un despliegue escénico basado en el enfrentamiento de masas sobre contextos abiertos, La momia no exhibía nada de sí como para poder recordarla más allá de ser un mero entretenimiento con pronta partida de defunción.
Esta tercera entrega es quizás una evidencia cuasi palpable de un producto muy limitado que está tocando un techo no demasiado alto. Lo cierto es que en esta peli se observan falencias en el guión, una cámara atolondrada que se dispara en las escenas de acción, de las más pobres de toda la trilogía, monstruos que se ofrecen dentro de una vitrina que parece no saber que mostrar.
Solo se salva la batalla final, aún con reservas, para una producción finita y decididamente mediocre. Por debajo de las anteriores entregas, La tumba del emperador dragón presenta un "regalo" tan decepcionante como, si se lo analiza en profundidad, previsible.
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?