Partamos de la base principal: está pésimamente, degradadamente, increíblemente mal filmada. Quizás de las peores pelis filmadas que he visto, lo cual no es poco. Quizás la idea era transferirnos su espíritu amateur, pero pensándolo dos veces ya no te la crees.

Luego de una introducción de mal augurio, pasamos a una confesión previsible: ya la actuación de los actores y el tipo de planos nos devuelve una radiografía cruenta pero sincera de lo que será la película.
Hablamos, en rigor, de una conjura de mujeres, de una cantidad significativa de bultos masculinos como si de homoerotismo habláramos: está claro que aquí la sartén por el mango la tiene "el sexo débil" y que la trama, lo suficientemente bizarra, coherente con sus formas de montaje, es lo único que puede disfrutarse mínimamente. Aunque pasada la media hora la cosa empieza a renguear de ambas piernas.

Quiso regalarnos "bizarrez", se quedó a las puertas de absolutamente todo.