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Voto de lodetakeda:
8
7,7
20.971
Intriga. Romance
En el centro psiquiátrico donde trabaja la psicoanalista Constance Petersen (Ingrid Bergman), el Dr. Murchison (Leo G. Carroll) anuncia su retiro de la dirección, en cuyo reemplazo llegará el eminente Dr. y escritor Anthony Edwardes, a quien, justamente, Constance admira muchísimo aunque no le conoce... pero, el mismo día en que el joven y apuesto director (Gregory Peck) es presentado ante los directivos, la psicoanalista comenzará a ... [+]
29 de noviembre de 2009
24 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Se trata de una interesante película que a día de hoy consigue engancharnos. Logra que el espectador juegue al psicoanálisis de la mano de una extraodinaria Ingrid Bergman y un "alelado" Gregory Peck.
Frente a la opinión de otras personas creo que no ha envejecido mal, creo que no es previsible y considero que su guión está perfectamente diseñado. ¿Cómo olvidar los "cleptómanos para cenar"?
Es admirable también observar cómo no encontraremos ni un solo golpe, puñetazo, pelea... en una película que trata el tema de un asesinato, donde sus personajes son policías, detectives, presuntos asesinos, y psiquiatras, muchos psiquiatras.
Es también interesante comprobar cómo en 1945 se mostraban tantas escenas con tabaco en cada plano. Los cigarrillos y los puros son de nuevo una "muleta" para el actor más que un rasgo de caracterización. Aunque esa fotografía en blanco y negro enamora desde la primera secuencia.
Frente a la opinión de otras personas creo que no ha envejecido mal, creo que no es previsible y considero que su guión está perfectamente diseñado. ¿Cómo olvidar los "cleptómanos para cenar"?
Es admirable también observar cómo no encontraremos ni un solo golpe, puñetazo, pelea... en una película que trata el tema de un asesinato, donde sus personajes son policías, detectives, presuntos asesinos, y psiquiatras, muchos psiquiatras.
Es también interesante comprobar cómo en 1945 se mostraban tantas escenas con tabaco en cada plano. Los cigarrillos y los puros son de nuevo una "muleta" para el actor más que un rasgo de caracterización. Aunque esa fotografía en blanco y negro enamora desde la primera secuencia.