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Voto de Palomitasconchoco:
9
Romance. Drama Una noche, en una discoteca, ves a una chica, te enamoras de manera fulminante y se lo dices. Aunque no te hace mucho caso, pasas con ella el resto de la noche. ¿Qué ocurriría si, al día siguiente, no fuera la chica que parecía ser? Una noche, en una discoteca, se te acerca el típico chico que dice que se ha enamorado de ti. No le haces caso, pero después compruebas que no es el típico plasta, es simpático, encantador y realmente se ha ... [+]
6 de diciembre de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Stockholm fue probablemente la gran revelación del cine español durante el año 2013, una cinta sorprendente, de escasos recursos pero elaborada con mucho talento que, como mínimo, cumple el tópico de señalar que es una de esas películas que no te dejará indiferente. Sus bruscos cambios, sus sorpresas inesperadas surgidas de lo más sencillo, son una ráfaga de viento fresco en el panorama del cine español.

Y es que Rodrigo Sorogoyen tenía mucho que decir… literalmente. Stockholm es una película de diálogos en tres partes, donde se dice mucho pero apenas se cuenta nada. Las pistas de lo que ocurre realmente se dan de forma sutil y en realidad el concepto que cada uno tenga de la historia que se desarrolla puede tener muchas variantes ya que hay mucho de libre interpretación en esa trama tan enigmática y a la vez fabulosa.

Palabras, palabras y más palabras que fuerzan situaciones que te dejan extrañados, pero que entretienen y permiten evolucionar a los personajes. Las palabras, los extensos diálogos son el enorme McGuffin que utiliza Sorogoyen para despistarnos de una trama más compleja de lo que se muestra y que nos deja boquiabiertos con un final inesperado.

En principio Stockholm podría parecer algo extrema en sus ideas, poco verosímil, pero eso solo te sucederá cuando pienses a posteriori en la película, durante el metraje todas las propuestas parecen tener sentido. Es una trampa sí, parole, parole, parole (diría Mina Mazzini) pero a veces es mejor dejarse engatusar, dejarse seducir y esperar el resultado.

La propuesta guionística parece sencilla en un primer momento, chico conoce a chica ella en principio lo rechaza, pero ante la insistencia de él y el encanto que demuestra finalmente accede tras muchas idas y venidas (giros de guión basados exclusivamente en las palabras) a pasar la noche con él. A la mañana siguiente esa relación cambiará por completo.

Y por ahí pasa gran parte de la genialidad de esta película, ese punto de inflexión inesperado que supone el cambio radical de la perspectiva de los personajes. Esa evolución de los personajes hacia su contrario, esa quijotización progresiva y dramática de los personajes, son un logro sensacional para un guión desquiciante, pero interesantísimo que te será una enorme sorpresa para el espectador.

Esta trama basada exclusivamente en los dos personajes necesitaba de dos actores con capacidad de echarse a cuestas toda la película. Y se acierta tanto en él como en ella, los dos jóvenes, con poca experiencia pero muchas ganas hacen interpretaciones más que solventes en unos papeles nada fáciles y fundamentales para que la película salga a flote. Javier Pereira y Aura Garrido pasan con notable la interpretación de sus personajes (y sus antítesis) en situaciones muy diversas que van del amor, al odio, de la tristeza a la alegría de la tranquilidad a la desesperación.

Su interpretación llevó a ambos a obtener galardones por su trabajo en esta película. Mejor actriz Aura Garrido en el Festival de Málaga, mejor actor novel Javier Pereira en los premios Goya del cine español. Dos estatuillas que dan buena cuenta del buen nivel interpretativo de una cinta, joven, fresca, diferente, entretenida y que yo recomiendo encarecidamente.

http://www.viveiberoamerica.com/stockholm-palabras-palabras-palabras/
@Iberoamericavi
Palomitasconchoco
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