Uno de los rescates más emocionantes que nos han brindado en el último tiempo, es el que lleva a la pantalla el gran Ron Howard en Thirteen Lives. La película basada en la tragedia de los niños de Tailandia, es una de las sorpresas más estimulantes del año y que deja la sensación que debió ser disfrutada más tiempo en cines.

Una recreación bastante solida es la que nos brinda su director sobre la planificación y posterior desarrollo de un rescate que parecía imposible y que termina con un final satisfactorio. Howard logra llevarnos en todo momento a la tensión que significa estar atrapados en una cueva por más de 20 días.

La historia se sustenta de buena manera en los hombros de Viggo Mortensen y Colín Farrell quienes se mezclan de forma acertada con un reparto totalmente internacional. Con actuaciones bastante correctas la película logra transmitir la tensión y la angustia que significa tamaña tragedia.

El drama va creciendo a lo largo de sus 142 minutos de duración y es ahí la virtud de Howard que mantiene durante toda su duración la conexión con el espectador más sabiendo que todos ya sabíamos el final de la historia. El trabajo que hace el director y reparto de llevarte la realidad de una tragedia de la forma más natural y creíble posible, permite que como espectador nos mantengamos siempre atentos a cada detalle.

Técnicamente el trabajo es realmente sorprendente, Howard no se limita a meter la cámara como uno más de los que colaboran con la misión y eso permite que vivamos la angustia desde primera persona, con grandes secuencias bajo el agua y fuera de ella, además de tener siempre esa tensión en pantalla sin perder nunca el rumbo de lo que estaba en juego.

La sorpresa termina siendo que nos encontramos con una película realmente sólida y contundente, sacando lo mejor de aquellas películas basadas en hechos reales, se permite mantener la realidad, sin dejar de lado el drama de ficción que conlleva una historia al cine. Un gran plus que logra su guion y su dirección, una historia en buenas manos, termina siendo siempre un buen resultado.