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España España · Granada
Voto de Wolfwood:
5
Acción Kurt Sloane se ha prometido a sí mismo que no volvería a Tailandia, pero alguien le seda y le obliga a volver al país asiático. Cuando despierta, descubre que está en prisión porque quieren que se enfrente a Mongkut. Si vence a este monstruo, Kurt recibirá a cambio su libertad y dos millones de dólares como recompensa. (FILMAFFINITY)
8 de agosto de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos años después del reboot que supuso Kickboxer: Vengeance, nos llega la secuela directa. Nuevamente con Alain Moussi como Kurt Sloane y Van Damme como su maestro Duran. Esta vez el protagonista tendrá que lidiar con "la Montaña" de Juego de Tronos, el islandés Hafthor Julius Bjornsson, una auténtica bestia que impone con su físico. Se suman también algunos nombres y cameos curiosos, como el de Ronaldinho, ex-futbolista que, como no podía ser de otra manera, aparece dándole toques a un balón, o Mike Tyson, como preso boxeador que le enseñará a Kurt cómo se las gastan en la cárcel. Christopher Lambert es el corredor de apuestas que moverá los hilos para conseguir la pelea entre Kurt y el gigante.

El argumento, la banda sonora y las interpretaciones dejan bastante que desear, es una historia vista infinitas veces y no hay nada que sorprenda en ella. Alain Moussi no es un actor que transmita mucha expresividad pero lo compensa en las escenas de acción. Van Damme, en un papel secundario como en la anterior entrega, está sobreactuado por momentos pero es de lo mejor de la cinta, además es un placer seguir viéndole en pantalla. Lambert, con un aspecto un tanto ridículo, está histriónico y a estas alturas todos los que hayan visto alguna de sus películas saben que nunca fue un buen actor.

El plato fuerte, o por lo que la mayoría ve este tipo de películas, son las escenas de acción, pues bien, la calidad de las mismas va de menos a más. Se abusa siempre de una cámara lenta en mitad de los golpes en la primera mitad del film que corta el ritmo de las peleas; hay una que hubiese sido infinitamente mejor sin utilizar este efecto, porque el plano secuencia era perfecto y no era necesario abusar de estas ralentizaciones. La pelea final da lo que promete, una lucha sin cuartel, sangrienta y larga, que quita en parte el mal sabor de boca que habían dejado otros enfrentamientos…

No pasará a la historia ni lo pretende, simplemente es un entretenimiento que cumple lo justo para desconectar durante una hora y cuarenta minutos.

Nota final: 5
Wolfwood
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