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Voto de Gustavo Tafhurt:
8
6,0
9.496
Intriga. Drama
En 1947, Holmes vive retirado en una remota granja de Sussex con un ama de llaves y el hijo de ésta. Cumplidos los 93 años, su memoria y su capacidad intelectual empiezan a deteriorarse. Su rutinaria vida se limita al cuidado de su colmena, a la escritura de su diario y a la lucha contra su pérdida de facultades. De repente, se le presenta un caso desconocido hasta el momento. (FILMAFFINITY)
17 de septiembre de 2016
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La película comienza por mostrarnos a Sherlock Holmes, otrora gran investigador y personalidad de la sociedad británica, a sus 93 años, con más historias para contar que para vivir, a la vez que empieza a envolvernos en historias que sucedieron en su pasado y que le llevaron al punto en que se encuentra, organizando sus pendientes y entrelazando sus últimos cabos sueltos, y con una última misión: la de esclarecer una historia mal contada.
Holmes declara su aversión por las historias de ficción, razón por la cual su relación con el señor Watson se ha visto dañada, puesto que este último ha dedicado su carrera como escritor a mitificar su figura y a agregar elementos ficticios en pro de agregar emoción a sus relatos, pero al mismo tiempo en este proceso de organizar sus pendientes, escribe su primera obra de ficción, y no precisamente con el fin de publicarla, sino con el de sanar una vieja herida: la del señor Umezaki.
Regresando al Holmes del momento en que se narra la película, se muestra su vínculo con Roger, un pequeño, hijo de su ama de llaves, que se convierte en el vehículo e inspiración para que Holmes recuerde las historias que buscaba esclarecer desde mucho tiempo atrás, sin poder recordar con exactitud los hechos. Gracias al interés que Roger presta en sus historias y en una afición que tienen en común, la apicultura, es como Holmes logra por fin empezar a recordar fragmentos del pasado.
Gracias a recordar su último caso oficial (el de los Kelmot) y su último caso (el de Umezaki) y las acciones que tomó en su pasado con respecto a estos, es que logra dar un desenlace a su propia historia, y es capaz de por fin dejar de lado la obsesión que le mantuvo vivo por los últimos años.
[Ver spoiler para explicaciones detalladas].
Holmes declara su aversión por las historias de ficción, razón por la cual su relación con el señor Watson se ha visto dañada, puesto que este último ha dedicado su carrera como escritor a mitificar su figura y a agregar elementos ficticios en pro de agregar emoción a sus relatos, pero al mismo tiempo en este proceso de organizar sus pendientes, escribe su primera obra de ficción, y no precisamente con el fin de publicarla, sino con el de sanar una vieja herida: la del señor Umezaki.
Regresando al Holmes del momento en que se narra la película, se muestra su vínculo con Roger, un pequeño, hijo de su ama de llaves, que se convierte en el vehículo e inspiración para que Holmes recuerde las historias que buscaba esclarecer desde mucho tiempo atrás, sin poder recordar con exactitud los hechos. Gracias al interés que Roger presta en sus historias y en una afición que tienen en común, la apicultura, es como Holmes logra por fin empezar a recordar fragmentos del pasado.
Gracias a recordar su último caso oficial (el de los Kelmot) y su último caso (el de Umezaki) y las acciones que tomó en su pasado con respecto a estos, es que logra dar un desenlace a su propia historia, y es capaz de por fin dejar de lado la obsesión que le mantuvo vivo por los últimos años.
[Ver spoiler para explicaciones detalladas].
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Para comprender esto, basta con remontarse a una de las historias de Holmes, la del viaje a Japón, donde su fin es el de hacerse con el fresno espinoso, una planta que se supone que ayudará a su salud, por recomendación de Umezaki, aparentemente un conocedor tanto de abejas como de dicha planta, lo cual termina por ser un ardid para conseguir una explicación de Holmes. Esta explicación revive una vieja herida en la vida de Umezaki.
La historia que Holmes pretende rectificar antes de su muerte, es la de la señora Kelmot, una joven mujer que perdió a sus hijos y entró en una profunda depresión tras ello, por lo cual intenta por los medios más místicos posibles entrar en contacto con sus pequeños, y, en última instancia, por el medio final: morir.
Su marido, un hombre controlador y paranoico, hizo que Holmes siguiera a su mujer con tal de averiguar sus planes, puesto que le preocupaba su obsesión con los pequeños, y el hecho de que su mujer aún no era capaz de superar su muerte.
Su mujer, siendo más astuta y sabiendo lo que el señor Kelmot tramaba, supo crear toda una farsa, según la cuál estaba a punto de asesinarlo utilizando un veneno, pero todo fue una distracción para evitar que descubriesen su fin, suicidarse.
A mi parecer, una de las muestras de que las historias contadas en la película se daban continuidad entre sí y no necesariamente de forma cronológica, está en que gracias a que Roger indagase en su pasado al leer sus memorias, Holmes fue capaz de recordar gracias a pistas del caso Umezaki (como la pieza de vidrio con la abeja y la avispa) los sucesos del caso Kelmot y por fin dar un cierre a ambos casos, al Kelmot plasmando sus memorias y al Umezaki, escribiendo su primera historia de ficción: una carta donde dice a Umezaki que su padre murió en servicio de la corona inglesa, en lugar de la verdad, que le abandonó.
Una de las escenas más simbólicas de este cierre de ciclos, para mí, es en la que Holmes realiza el ritual japonés para honrar a los fallecidos, y Roger, en un reflejo de una de las primeras escenas, enseña a su madre parte de la lógica tras la apicultura, tal y como un día lo hizo Holmes con él, demostrando que Roger es, al final, no sólo el vehículo para que se materialicen sus memorias sino también el legado final de la vida y obra de Holmes.
La historia que Holmes pretende rectificar antes de su muerte, es la de la señora Kelmot, una joven mujer que perdió a sus hijos y entró en una profunda depresión tras ello, por lo cual intenta por los medios más místicos posibles entrar en contacto con sus pequeños, y, en última instancia, por el medio final: morir.
Su marido, un hombre controlador y paranoico, hizo que Holmes siguiera a su mujer con tal de averiguar sus planes, puesto que le preocupaba su obsesión con los pequeños, y el hecho de que su mujer aún no era capaz de superar su muerte.
Su mujer, siendo más astuta y sabiendo lo que el señor Kelmot tramaba, supo crear toda una farsa, según la cuál estaba a punto de asesinarlo utilizando un veneno, pero todo fue una distracción para evitar que descubriesen su fin, suicidarse.
A mi parecer, una de las muestras de que las historias contadas en la película se daban continuidad entre sí y no necesariamente de forma cronológica, está en que gracias a que Roger indagase en su pasado al leer sus memorias, Holmes fue capaz de recordar gracias a pistas del caso Umezaki (como la pieza de vidrio con la abeja y la avispa) los sucesos del caso Kelmot y por fin dar un cierre a ambos casos, al Kelmot plasmando sus memorias y al Umezaki, escribiendo su primera historia de ficción: una carta donde dice a Umezaki que su padre murió en servicio de la corona inglesa, en lugar de la verdad, que le abandonó.
Una de las escenas más simbólicas de este cierre de ciclos, para mí, es en la que Holmes realiza el ritual japonés para honrar a los fallecidos, y Roger, en un reflejo de una de las primeras escenas, enseña a su madre parte de la lógica tras la apicultura, tal y como un día lo hizo Holmes con él, demostrando que Roger es, al final, no sólo el vehículo para que se materialicen sus memorias sino también el legado final de la vida y obra de Holmes.