Descubrirse al ir descubriendo a los demás puede ser traumático cuando todos en los que has puesto tu confianza han estado mintiéndote por una razón u otra, por piedad o por cobardía. Si en ese descubrimiento encuentras a alguien sincero, libre, y que no te exige nada a cambio, entonces no hay trauma y tu personalidad queda afianzada. Esta es la historia de estos dos jóvenes que quieren a los demás y necesitan quererse y quererse a si mismos. La historia es muy bonita y tiene un alto grado de romanticismo, pero me parece que el director la estropea al ir ocultando al espectador ciertos aspectos de estos personajes y de sus relaciones. En algunos momentos uno se queda como que no ha entendido lo que ha ocurrido, como la primera vez que duermen juntos los dos protagonistas. La utilización de planos cortos le va bien a la historia y los dos actores principales los aguantan bien y son capaces de dar expresión a sus sentimientos, muy confusos para ellos mismos. La música acompaña y subraya ciertos momentos importantes sin tener protagonismo. La fotografía, particularmente los planos de los protagonistas, está muy cuidada, y ese tono naranja que predomina en sus relaciones íntimas está muy bien para resaltar el romanticismo y el carácter casi platónico de su relación. No es una buena película pero al menos cuando terminas de verla no te sientes engañado, ni tienes la sensación de haber perdido el tiempo.