Delirante última entrega de la saga "Hatchet" donde Adam Green (su creador original) nos envuelve en un paquete con lazo (rojo) todo cuanto esperamos de un regalo de estas características: gore descerebrado, personajes absurdos, muertes cronometradas, buena factura y ritmo. No es la mejor película de la saga pero es un buen broche final, quizás algo modesto (se nota la falta de medios) y con el error en la elección de su protagonista (uno de los supervivientes de las entregas anteriores) quien carece del carisma de la protagonista original y no tiene la entidad para ser el contrincante adecuado a un malvado tan carismático como Victor Crowley. De acuerdo, quizás decir carismático es pasarse de rosca, porque no es más que un remedo de todos los villanos del slasher, pero aun y así, ha tenido la personalidad suficiente para aguantar una saga de 4 entregas.

A pesar de todos los defectos del filme, el placer de esperar si la nueva muerte será más delirante que la anterior, convierte esta película (y toda la saga) en eso que llamamos "placer culpable". Algo que sabemos que no es de calidad, pero que nos divierte y nos entretiene. De acuerdo, no es una gran película, en realidad es una película mas mala que buena, pero es entretenida y te convencerá si te gusta el género o la saga.

Para fanáticos del slasher, de Victor Crowley o de las malas/buenas películas de terror.