Terror de corte clásico que apuesta por la sobriedad narrativa para construir una historia de fantasmas alejada de los sustos de películas como “Expediente Warren” o “Insidious” (de la factoría de James Warren). “The house on Pine Street” busca que el espectador se sienta inquieto en una acumulación de pequeños detalles, pero no es la gran película de sustos ni tampoco es el tipo de terror psicológico que uno espera. Es una buena película de terror, de eso no cabe duda, es entretenida, huye del efectismo y Emily Goss está estupenda en su papel de esa embarazada que ve y oye lo que nadie ve ni oye (recurso que acerca al espectador al personaje protagonista y crea empatía). Puede que, a algunos, la fría narrativa de los hermanos Keeling les aburra, pero creo que el tono que han escogido es el correcto para una película de este estilo. Terror clásico sin más que funciona razonablemente bien.