Esta película sobre las aventuras de un tanque ("Fury") durante la segunda guerra mundial me ha sorprendido mas de lo que creía pues imaginaba algo épico protagonizado por un invencible Brad Pitt con la bandera norteamericana tatuada en el pecho, pero nada mas lejos de la realidad. "Corazones de acero" es lo contrario a la épica, es minimalista y visualmente sucia (además de claustrofobica), no basa su encanto en nada porque al fin y al cabo lo que David Ayer quiere enseñarnos es que todas las guerras carecen de cualquier encanto. Realismo sucio y situaciones limites para echar sombras sobre la bondad del ser humano (este en el bando que esté) huyendo de estereotipos de buenos y malos y centrándose en el sinsentido de cualquier guerra para cualquier bando. Un buen drama bélico más cercano a "La delgada linea roja" que a "Salvar al soldado Ryan" con mas de dos horas de buenas imágenes, ritmo, crudeza y reflexión. Quizás el guión sea demasiado episódico (no es lineal, se basa en situaciones aisladas y cambia demasiado de tercio) como en una serie de televisión saltando de una escena a otro en continuos cliffhangers, pero la continuidad tampoco es lo más importante cuando tiene unos actores y unas situaciones como estas.

Brad Pitt cumple su cometido y Shia LaBeouf vuelve a convertirse en robaplanos, el resto muy bien en su papel. En el otro lado, el tanque, como personaje sin sentimientos, sirve de catalizador de este drama donde ni un solo personaje se libra de la crítica y nos intenta enseñar, a través del personaje de Norman, que una guerra nunca podrá convertir a un muchacho en un adulto pero en cambio si que simplifica a los adultos hasta llevarlos a su más básica condición.

Las escenas de batalla son excelentes, no hay demasiadas pero son crudas, visualmente muy bien coreografiadas y da la impresión de que la realidad debió ser algo muy parecido a lo que "Fury" cuenta, tanto en la batalla como en los intermedios (la escena de las mujeres y el piano es fantástica).


Lo mejor: Las escenas de batalla. Shia LaBeouf. El tono desencantado
Lo peor: Cierto minimalismo (sobre todo en la música). Ese final convencional que lo aleja de ser una gran película.