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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
9
Drama Una pequeña ciudad alemana, poco tiempo después de la I Guerra Mundial. Anna va todos los días a visitar la tumba de su prometido Frantz, caído en la guerra, en Francia. Un día, Adrien, un misterioso joven francés, también deja flores en la tumba. Su presencia suscitará reacciones imprevisibles en un entorno marcado por la derrota de Alemania. (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta parisino François Ozon continúa su andar por la cinematografía mundial con una producción alta en largometrajes desde hace unos veinte años. El presente trabajo se encuentra inspirado en The Broken Lullaby (1932), un viejo filme de Ernst Lubitsch, que a su vez se basa en una obra teatral de Maurice Rostand. El guion de Frantz corre a cargo del propio realizador en colaboración con Philippe Piazzo.

El hombre que le da el título a la película es un protagonista ausente, interpretado por Frantz Hoffmeister, está ausente de la vida del resto de personajes puesto que falleció durante la I Guerra Mundial luchando en el bando alemán. El argumento se mueve en la relación que acontece entre Anna (Paula Beer) su prometida, y Pierre (Adrien Rivoire), un misterioso francés que deja flores en su tumba y dice ser su amigo.

El filme presenta un trabajo visual muy bien trabajado, que busca ir de la mano con la trama que va desarrollando. El ejemplo más vivo de esto es el juego que hace con la fotografía de Pascal Martí, el blanco y negro se intercambia con secuencias a color, precisamente en el instante en que de una u otra forma el recuerdo de Frantz está presente en los personajes. El halo blanco y negro de tristeza y desolación da paso a instantes más coloridos.

Ozon consigue manejar muy bien el misterio en los primeros minutos, ¿Quién este hombre? ¿Qué hace? ¿Cómo conoció a Frantz y qué relación tenían? Y posterior a esto, la forma en como maneja el romance. Hay un amplio panorama de insinuaciones, hacia un lado y hacia otro, esto hace que el espectador se interese y sea parte activa del proceso que lleva el largometraje. El director consigue involucrar al espectador durante la visualización, gracias a la gran empatía tanto por la historia como por los personajes.

Un producto entretenido e inteligente, Ozon está más que afianzado como uno de los realizadores más importantes de la actualidad, sin tanta grandilocuencia, pero si con obras bien manejadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
10P24H
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