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Costa Rica Costa Rica · Guápiles
Voto de 10P24H:
7
Drama Un joven peruano (Giovanni Ciccia) sueña con ser escritor mientras trabaja como redactor en prácticas en un periódico sensacionalista. Por su carácter, se integra fácilmente en la redacción y demuestra día a día su talento. Su jefe, un hombre desencantado, delega en él todos los temas y ve en el joven su propio retrato de juventud. El redactor tiene en su jefe el modelo de lo que él no quiere llegar a ser. Pero el hombre entiende que ... [+]
16 de diciembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Alfonso Fernández (Giovanni Ciccia) es un joven estudiante universitario de periodismo que llega al periódico El clamor para realizar su práctica profesional, su anhelo es convertirse en escritor e instalarse en Europa. Es asignado en la sección de policiales, donde Faundez (Gianfranco Brero) es su jefe inmediato, un hombre sin escrúpulos con vasta experiencia que sabe lo que vende y que más que dar una simple noticia se enfoca en crear historias polémicas que exciten al lector.

Al protagonista no le queda más que irse adaptando a esta forma de trabajar y seguir la línea del periódico, medio masivo y popular que busca la nota llamativa, la fotografía sangrienta, el shock mediático. Pero no solo en el plano laboral deberá cambiar, sino en el personal, Faundez es un completo bastardo, un vestigio de la peor calaña que pueda encontrarse, mujeriego y machista, que poco le importa el sentimiento de la familia o el de las víctimas de los sucesos que cubre, más bien saca provecho del dolor ajeno, fumador empedernido que inhala cocaína para llevar el día.

Es evidente que se va dando una transformación en el personaje idealista del joven, el retraimiento inicial en contra de su jefe se va convirtiendo con el avanzar del metraje en admiración, porque él va entendiendo la dinámica de lo que hacen y que a fin de cuentas se vende bien (morbo). Esto se da luego de superar la barrera diferencial entre la universidad y el trabajo (que pasa, me arriesgo a decir, en todas las profesiones), su formación académica contra la realidad, lo que dicen sus profesores contra la voz de la experiencia, lo que es correcto contra lo que se sabe que es bueno.

Tinta roja está basada en la novela homónima del escritor y cineasta chileno Alberto Fuguet, el guion corre a cargo de Giovanna Pollarolo como varios de los trabajos de Lombardi, presenta una historia muy interesante y bien construida, que cae un poco en el tercer acto porque se da cierto énfasis a un conflicto amoroso y porque se vuelve un tanto repetitivo, a dichas alturas ya se conoce totalmente el discurrir de los personajes en pantalla y tiene un desenlace un tanto sacado de la manga y hasta complaciente. Sin embargo, esto no demerita en lo absoluto puesto que se está ante una obra de calidad.

El elenco está muy bien escogido y en este sentido es bastante satisfactorio, la actuación de Gianfranco Brero le ameritó la Concha de plata a mejor interpretación masculina de la edición 48 del Festival de San Sebastián, convirtiéndose en dicho momento en el sexto latinoamericano (actualmente han sido siete ganadores) y primer peruano (único) en ganar el premio. En esto ayuda mucho la labor de Lombardi, un tipo que se maneja bien en su oficio y deja ver la experiencia que tiene, aquí no se guarda nada y muestra absolutamente todo, sin escrúpulos, como el ya retratado antihéroe del film.

Tinta roja se enmarca como un film de un contenido fuerte, más allá del drama del protagonista es una historia que en todo sentido nos compete, en cada país existe el medio de comunicación que se sabe se pasa de la raya y vende un suceso, no da una noticia. Lombardi muestra la otra cara, sí, en su sufrimiento, pero según lo contextualiza da indicios claros de que es algo que no está bien, ahí es donde humaniza totalmente su obra y le da una gran valía, en especial con lo que sucede con el personaje de Faundez. Recomendada.
10P24H
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