Documental que sigue las investigaciones realizadas por el reportero de guerra Jeremy Scahill, alrededor del accionar de varias redadas perpetradas por el ejército estadounidense en poblaciones civiles, atacando hogares y matando a personas inocentes. Este hombre con más de diez años de experiencia en diferentes conflictos alrededor del mundo nunca había visto algo igual, conforme va indagando se irá dando cuenta de algo más grande que cambiará la forma en como se hace la guerra alrededor del planeta.

Todo esto nace tras los ataques perpetrados el 11 de septiembre de 2001 y toda la maquinaria de guerra que ha movilizado los Estados Unidos en su supuesta lucha contra el terrorismo. Scahill humaniza el relato mostrando a los familiares de los asesinados mientras busca respuestas, además de luchar contra un sistema que le agobia y no parece tomarlo en serio, aunque no encuentra las respuestas deseadas, poco a poco va desenmascarando a estos tipos y sus intenciones.

Lo peor de todo viene de la mano con la reflexiones finales a las que llega el reportero, indicando que estamos ante un accionar que se da a escala mundial, con la excusa de salvaguardar la seguridad nacional gringa, y para poner las cosas peores, maneja la idea de que se está ante un ciclo que no tiene fin (lo expone con argumentos) y yo le agrego que no hay interés alguno en que termine, precisamente por los intereses alrededor del conflicto.

La dirección de Rowley se sostiene, utiliza mucho material de archivo, así como muestra el andar de Scahill por las distintas zonas que visita, en algún momento hasta de forma clandestina, el documental ganó en un par de festivales, incluyendo Sundance, por su fotografía. Un trabajo importante, una llamada de atención al planeta.