Jasmine (Cate Blanchett) es una mujer que llega a San Francisco a rehacer su vida, para esto le pide a su hermana Ginger (Sally Hawkins) que le dé posada durante un tiempo, Jasmine era parte de la alta sociedad neoyorkina, pero ahora se encuentra soltera, sin dinero y sin trabajo, de esta forma afrontará el reto de salir adelante al lado de su hermana de la que es tan diferente a como fue distante.

Woody Allen logra construir un film con una narración excelsa, donde alterna secuencias de esa llegada de la protagonista a San Francisco, con alguno de los mejores (y más adelante no tan mejores) momentos al lado de su esposo Hal (Alec Baldwin) cuando disfrutaban de las mieles del éxito financiero.

Es una obra muy bien realizada donde también hay una genial construcción de personajes, cada uno bien desarrollado, lo que ayuda a que la película fluya de forma envidiable dentro de la historia dramática que estamos viendo, pero que a su vez tiene tintes humorísticos característicos de gran parte de la filmografía del director neoyorkino.

El elenco se encuentra totalmente a la altura de la propuesta, con actuaciones correctas por parte de todo el elenco, muy bien manejados por Allen y donde sobresale la figura de Cate Blanchett que logra registros portentosos y cambiantes de un momento a otro, justa razón de llevarse todos los premios que ha conseguido de momento.

Perfecta, muy bien musicalizada, excelentes escenarios, fotografía magistral del español Javier Aguirresarobe, historia bien hilvanada, muy bien hecha y dirigida, cierta critica a la sociedad, divertida, dramática, estafadora, una genialidad.