Un gráfico, una línea roja determina el aumento de la población desde la aparición del ser humano, pronto, una línea celeste señala el nacimiento y aumento de la producción petrolera. Más adelante, el descenso de este segundo tramo produjo años después un enorme declive en la población humana.

El sobreviviente (Martin McCann) es el protagonista, vive en medio del bosque en una cabaña donde practica agricultura de forma primitiva, acomoda trampas -no precisamente para animales-, y no deja su escopeta en ningún momento. Durante los primeros 15 minutos Fingleton presenta a su personaje, la monotonía de su diario vivir, de su supervivencia.

El primer giro y detonador del argumento es la aparición de Kathryn (Olwen Fouere) y su hija adolescente Milja (Mia Goth), no son bienvenidas, como ningún ser humano, ponen en peligro el equilibrio que ha conseguido el personaje masculino. Una granja primitiva para uno deberá sustentar ahora a tres, la resistencia luego de la catástrofe está en peligro.

The Survivalist es el primer largometraje del director norirlandés Stephen Fingleton, quien tras cuatro cortometrajes da el gran salto con un potente thriller de supervivencia. Alejado de cualquier convencionalismo del género, el director, quien también es guionista, opta por humanizar su propuesta, salvo el gráfico ya mencionado, no aporta nada sobe que sucedió en el planeta.

Eso no es lo que finalmente importa en este largometraje, el espectador pronto se dará cuenta del interés del realizador, que no va en abordar lo macro del evento, sino lo micro, un personaje ante el entorno, en un contexto muy particular y el quiebre que representan estas mujeres a su método de trabajo y soledad.

Este contexto tan desconocido lo que produce es interés, es el enganche a la propuesta, pero este pronto se desvía gracias a la agilidad narrativa del realizador, gracias a esto, la trama de la película resulta completamente creíble. La dirección de Fingleton logra introducirse por completo en el ambiente torcido y sucio propio del mundo que crea, con algunas secuencias magistrales.

The Survivalist presenta una ambientación sumamente efectiva, la ropa y los artilugios que se abrazan a algo que viene tras una catástrofe. McCann ofrece una interpretación brutal, muy física por momentos, por supuesto bien acompañado por Goth y por Fouere. Una gran propuesta.