Y de la misma forma William Wyler dió a luz su película, a partir de un guión de los años 20. Una obra maestra inmortal y grandiosa, iniciadora de una época en Hollywood e influencia del posterior auge de cine histórico-religioso.
Un relato épico que abarca una amistad transformada en odio y venganza. Un hombre, Judá (Charlton Heston) dominado por sus sentimientos que torna su inicial odio hacia su amigo de la infancia Mesala (Stephen Boyd) en amor y arrepentimiento tras la muerte de éste gracias al ejemplo y muerte de Jesús, iniciador de una doctrina con ideas revolucionarias acerca del individuo.
La vida de ambos llevarán senderos paralelos en la película, cruzándose en varios momentos cruciales de la misma.

Como digo, una de las películas más colosales jamás montadas. Con interpretaciones, escenas y banda sonora imperecederas.
"Ben-Hur" representa una forma ya extinta de concebir el cine. Cada vez apreciada por menos.