El segundo largometraje dirigido por la cineasta argentina Clarisa Navas, cuya ópera prima "Hay partido a las tres (2017)" se presentó hace unos años en la sección Punto de encuentro de la Seminci de Valladolid, es una historia dramática que se desarrolla en el barrio de las mil viviendas (de ahí el título de la película) de la localidad argentina de Corrientes. Esta ciudad es conocida por la directora, por ser su localidad natal, y en ese escenario es donde tienen lugar esas historias personales, poniendo su punto de mira en los adolescentes, en especial una joven llamada Iris, que juega al baloncesto en sus ratos libres, y que vive junto a su tía y dos primos en una vivienda de ese barrio.

La propuesta se presentó en la sección Panorama de la pasada edición del Festival de cine de Berlín, y en nuestro país se pudo ver por primera vez en la sección Horizontes latinos del Zinemaldia 2020, y que fue premiada con el Sebastiane latino y con una mención especial del jurado de la sección. Durante su visionado me vino a la mente otra historia dramática que también se proyectó en la pasada edición del Festival de San Sebastián, me refiero a "La última primavera (2020)", con la que comparte que siendo una historia dramática tiene un tono de documental y que se desarrolla en su totalidad en un barrio marginal en donde vive gente de clase social baja.

La película está muy bien dirigida, que alterna esas imágenes en movimiento siguiendo a los personajes, sobre todo de espaldas (en ese aspecto recuerda, guardando las distancias al cine de los hermanos Dardenne), y otras situaciones en donde los personajes están sentados en casa o en la calle y la cámara se mantiene fija para mostrar de la manera más precisa posible esos diálogos tan interesantes.
El otro punto fuerte es el trabajo en la dirección de fotografía de Armin Marchesini, en donde hay un gran empleo de la luz, teniendo en cuenta que la mayoría de las escenas tienen lugar durante la noche.

A nivel interpretativo destaca la actuación de Sofia Cabrera, que lo hace bastante bien en el papel de Iris, esa joven protagonista que interioriza sus problemas, pero que explota en la parte final, cuando sufre por un amor no correspondido. Un gran trabajo de la actriz argentina que se mueve por el barrio con una gran naturalidad. Completan el reparto Ana Carolina García como Renata, la joven de la que se enamora la protagonista, Mauricio Vila y Luis Molina que interpretan a Darío y Ale, los primos de Iris.

Una película que desarrolla bastante bien al personaje central, pero que se queda corta a la hora de contarnos las situaciones relacionadas con los personajes secundarios, y que al menos sirve para entender cómo es la vida diaria de ese barrio de Corrientes, lo que se puede extrapolar a cualquier otra zona de Argentina u otro país en donde viven ciudadanos de un poder adquisitivo bajo.
Una propuesta que puede tener su público, en especial los que disfrutan con el cine latinoamericano sencillo y de contenido social.

LO MEJOR: la dirección. La fotografía.
LO PEOR: no desarrolla bien las historias personales de los personajes secundarios.

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