Anteriormente Spielberg ya había narrado al mundo los horrores de la guerra desde diferentes perspectivas. Primero del lado de unos emigrantes en 'El imperio del sol' y después de una manera un tanto más terrorífica en 'La lista de Schindler' de la mano de unos presos que sufren torturas y vejaciones en un campo de concentración nazi. Ahora toca vivir la guerra de manera más directa, desde dentro y no desde fuera como en las anteriores ocasiones. Por ello, tras los éxitos anteriores obtenidos con su trilogía de la guerra entra de lleno en el cine bélico, que mezcla con acción y drama, y desgraciadamente también (aunque esta vez no tanto) con los inevitables sentimentalismos que siempre gusta de incluir en sus filmes, pertenezcan al género que pertenezcan. La película mantiene un ritmo mediano, sin alteraciones argumentales súbitas e intentando narrar de la mejor manera posible los horrores que viven los soldados protagonistas. Comienza con una escena de puro vértigo, el mítico desembarco en Normandía, y a partir de ahí empieza una serie de discursos sobre las consecuencias de la guerra y las penurias vividas que se combinan con la acción y que aburren bastante y hacen perder la atención en el espectador. Por otra parte, el director cambia su típico estilo que usa en casi toda su filmografía y que le es característico para pasar a un filme ultraviolento, con mucha sangre y algo de gore para mostrar la guerra sin contemplaciones y de una forma dura, seca y sin piedad, con un altísimo grado de realismo como en pocas ocasiones se ha podido y logrado mostrar en el cine.

En lo referente a las interpretaciones, Tom Hanks efectúa aquí de sus papeles mas dramáticos de manera interesante, sin exprimir todo el jugo de este gran actor aunque su labor resulta más que encomiable. Tom Sizemore le secunda de igual manera, con buena química juntos y Matt Damon queda anclado en un personaje que teje los hilos del resto pero que apenas sale al final de la segunda parte del metraje, resultando pasable en su interpretación. En cuanto a la dirección de Spielberg, sublime como siempre y haciendo un gran uso del lenguaje cinematográfico. En lo referente a la fotografía de Kaminski, decir que resulta muy bella y muy bien filmada (sin duda alguna estamos ante uno de los mejores cámaras que existen en el cine) y merece la pena mencionar esa especie de fusión de color mezclado con blanco y negro debido a los tristes colores y a la iluminación que posee la película.

(Finalizo mi crítica en el spoiler)