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España España · Sevilla
Voto de Dirover:
2
Drama Después de un encuentro sexual con una mujer casada en un callejón en Mánchester que se convierte en una violación, Johnny Fletcher (David Thewlis) roba un coche y huye de su ciudad natal a Londres para buscar refugio en la casa de su ex novia, Louise (Lesley Sharp). Johnny es un hombre inteligente, educado y elocuente, pero con una profunda amargura y un pesimismo vital que siempre le mantiene al límite de una conducta sádica. En ... [+]
17 de febrero de 2023
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Durante los años 90, numerosos realizadores jóvenes impusieron una estética pulp y unos textos afilados plagados de réplicas hirientes y con diálogos explícitos que no pretendían ser sutiles precisamente. Directores que pretendían ser nuevas voces sobre los que se asentaran una nueva forma de hacer cine mucho más callejera y que no diera un solo segundo de descanso al espectador. Fruto de este soplo de aire fresco salieron obras apreciables como 'Reservoir Dogs' o las del primer Danny Boyle, pero también otras bazofias presuntamente contestatarias y con aire rebelde que fueron aplaudidas por la crítica en su momento, mucho más por ser "el cine cool que estaba de moda" que por sus valores cinematográficos. A la vista está, de aquella furiosa 'Naked' de 1993 no se acuerda absolutamente nadie.

Mike Leigh convierte su epopeya por los bajos fondos londinenses en una sarta de cuadros casi anecdóticos cuasi sin relación los unos con los otros, con personajes profundamente desconectados de la realidad que actúan sin ningún tipo de lógica y gracia, y un guion carente de trama que únicamente se dedica a enlazar sin ton ni son divagaciones presuntamente profundas y cargadas de significado entre sus variopintos personajes. Ninguna de ella nos muestra cuales son sus motivaciones o lo que les impulsa a su hastío vital, por lo que Leigh jamás nos ofrece respuestas a nada de lo que ocurre en el film, sino que inclusive cuesta formular cuales son las preguntas que él mismo pretende lanzar a la audiencia. Temas aparentemente trascendentales y plagados de referencias culturales que no llevan a ningún lugar concreto y que se encuentran esparcidos como meras esporas en el camino, convirtiendo al director británico en una suerte de Woody Allen trasnochado y zafio sin ningún tipo de recurso a la hora de provocar más allá de los desnudos, los insultos constantes o el uso de drogas. Recursos que si bien pudieron parecer impactantes hace 30 años, a día de hoy han envejecido mal. Muy mal.

Lo único que rescata del tedio al film es la poderosa interpretación de David Thewlis como un completo psicópata del que nunca conocemos sus auténticas motivaciones (como la de ningún otro personaje en el film) en la que se nota un gran empeño por parte del actor, al igual que una atinada Lesley Sharp que dota de cierta lógica y sosiego la estupidez imperante en la obra. El resto de actores se encuentran tan sobreactuados que cuesta hacer una valoración objetiva, intención expresa de su creador.

Un film que se cree mucho más inteligente de lo que es, con personajes con los que es imposible empatizar, una trama inexistente, diálogos absolutamente vacíos, y una pedantería intolerable que impregna la obra. Una obra creada con intenciones contestatarias y de espíritu rompedor que cae presa del vacío más absoluto y de un tedio insoportable, ya que a los 5 minutos te da igual cual sea el destino de esta troupe de desgraciados. Una bazofia que en su momento cosechó mayor reconocimiento del que merecía, y de la que afortunadamente hoy nadie se acuerda de ella. Ojalá siga siendo así.

·LO MEJOR: David Thewlis.

·LO PEOR: La pedantería de un guion insufrible en el que absolutamente nada está justificado ni tiene sentido.
Dirover
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