Da auténtica pena ver como ha degenerado la carrera de Stallone como actor en mediocres películas de acción destinadas a consumo de machotes con mucha testosterona y pocas neuronas tras ver lo que el actor es capaz de ofrecer cuando se lo propone y cuando tiene un buen guión de por medio.
Porque con Rocky Balboa nacen dos mitos: el del mítico boxeador ficticio y el de un actor que escogió el camino erróneo a la hora de seguir con su carrera.

Porque además, 'Rocky' consigue erigirse justamente con el título de una de las mejores películas de la década y una de las que más fielmente y de manera más realista retrata el durísimo mundo del boxeo, junto con la brutal 'Toro salvaje' de Scorsese. Y no solo sus méritos provienen de un notable montaje o de los tensos combates en el ring, sino de la fuerza de su historia y por la emoción que provienen de un estupendo guión que consigue hacer creíble esa gran historia de superación y de esfuerzo que es la de nuestro muchacho, amén de su emotiva banda sonora.

Gracias a todas estas virtudes que configuran uno de los más conocidos mitos de todo el cine, queda también un film enormemente entretenido sin lugar a dudas la cumbre del mediocrillo John G. Avildsen que jamás consiguió llegar a despegar realmente, al igual que el propio Stallone que aquí nos ofrece una sincera y creíble representación de sí mismo.

·LO MEJOR: los creíbles diálogos. El reparto. La banda sonora.

·LO PEOR: que Stallone y Avildsen se denigraran de tal manera.