Lesley Selander es un director modesto con muchos westerns a sus espaldas, alguno de ellos muy meritorio.
No es el caso del que aquí nos ocupa. Su "Senda del tomahawk" es una especie de tienda de todo a cien con género muy defectuoso.
Bajo el típico enfrentamiento del oficial imbécil y prepotente con el sensato sargento McCoy (Connors), asistimos al no menos típico rescate de la hija del comandante, Ellen Carter (Cummings), con Tula (Janti), la hija del jefe mezcalero Vitorio de propina.
Pésimo guion que nos ofrece lances del todo increíbles, como el robo de los caballos nada menos que a todo un pelotón del Ejército, lo que obliga a los soldados a marchar a pie hasta el fuerte más próximo. "La Caballería convertida en Infantería".
Descuidadísima realización, con las despreocupadas tropas haciendo fogatas mientras se esconden de los indios que tienen al lado. Nulo análisis de los personajes.
Rollo lento y aburrido, incluso teniendo en cuenta la modestia de medios que se exhibe (blanco y negro todavía) y el año de su realización.
Si los soldados no muestran precisamente ingenio, los indios no parecen mucho más espabilados con sus inanes ataques. Aunque se salva el asalto final al fuerte.
Floja, para seguidores recalcitrantes del western. Abstenerse el resto.