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Voto de Lafuente Estefanía:
6
Comedia Manolo, un guardia urbano alegre y bondadoso, se siente feliz ante la perspectiva del nacimiento de su primer hijo, al cabo de veinte años de matrimonio. Su felicitad contrasta con el desasosiego de Paloma, una chica a la que han adoptado, empleada de una cafetería, quien teme perder el cariño que hasta ahora le habían dispensado. (FILMAFFINITY)
8 de octubre de 2023
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Por urbanidad entiende un diccionario actual aquel "Comportamiento acorde con los buenos modales que demuestra buena educación y respeto hacia los demás". Y añade una frase muy significativa relacionada con la definición: "Las reglas de la urbanidad y el comportamiento social han dejado de ser, en nuestros tiempos, un código riguroso e inamovible".
Pero en otro tiempo no tan lejano lo fueron.
No debe extrañar que uno de los primeros cuentos que recibimos en nuestra infancia, troquelado con la silueta del guardia y con un pequeño silbato colgado al cuello como obsequio, se titulara "El urbano Ramón que con su pito dirige la circulación".
Buena educación y respeto hacia los demás destila cada uno de los fotogramas de este otro guardia, Manolo (Morán), que en el centro de Madrid dirige una circulación en la que todavía se ven coches que arrancan moviendo la manivela delantera, motocarros, motos con sidecar y viejos automóviles de importación.
Una comedia amable y simpática que rezuma bonhomía en sus personajes. Es el caso de la esposa Dolores (Caba), Felipe el limpia (Andrés), Rafael el dependiente (Leblanc) y todos los demás. Incluso el despistado sacristán seguidor de Jim Relámpago en aquellos pequeños tebeos apaisados de "El Enmascarado".
Pero sobre todo D. Andrés el párroco (Isbert), empeñado en acertar una quiniela de catorce resultados para sacar a los niños de su orfanato y llevarlos a un colegio en las afueras donde corra el aire y puedan tomar el sol.
El guion es sencillo pero la realización define muy bien a los personajes, entrañables, sí, pero también creíbles y muy reales. Magnífica ambientación que describe a la perfección la época, con sus costumbres, limitaciones y aspiraciones.
Conocíamos a Salvia por otra obra suya de parecido corte que nos encantó, "La cesta", ya con un guion más poderoso. Un director que no debió ser muy prolífico pero que habría que reivindicar.
Cinta interesante que no deben perderse los aficionados al cine español de los 50, los seguidores de Isbert y de aquellos geniales actores que marcaron toda una época, especialmente los que disfrutan con comedias amables que invitan a cultivar la urbanidad y los valores humanos en general.
Lafuente Estefanía
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