Manolo guardia urbano

Ya encontrar juntos a Pepe Isbert, Manolo Morán, Julita Caba Alba y Antonio Riquelme promete encontrarse con una de esas diáfanas comedias que hoy se tildarían de tontas porque lo único que muestran es gente buena, simple y española.
No es una gran producción, no está al nivel de Bienvenido Mr. Marshall, pero está servida por grandes, estupendos, actores y su argumento es limpio y uno sale satisfecho de la sala.
Si gustan de degenerados, drogadictos, asesinos, en fin la hez de la sociedad, no vayan a verla porque no los tiene. Es española.

He aquí una simpática película con tono buenrollista. Que puede chirriar algunos. Pero lejos de sus defectos. Salvia construye una interesante película para delicia de los que nos gusta los films nostálgicos. Quizás el tono fue muy del gusto del franquismo la autoridad y el clero buenísimo y lo que le rodean son mejores todavía en fin. Un buen Manolo Morán es lo mejor de la parte interpretativa. Una comedia que ocurre pocas cosas al menos de trama.

Es de las pocas películas que dirigió el genial guionista Rafael J. Salvia y no lo hizo nada mal . El mérito de la película quizás sea la elección de estos actorazos que sólo nombrarlos debería producir en cualquiera amante del buen cine mundial una reverencia . Cierto que sobrevuela la cinta una bonhomía y un simpático tono familiar y vecinal quizás desmesurado pero también hay historias más duras como la de la hija adoptada que quiere triunfar en la vida antes que en el amor y su novio interpretado por Tony Leblanc no está muy de acuerdo. Y lo que a mi mas me gusta son las tramas agridulces como por ejemplo la del cura obsesionado con que le toque la quiniela para ampliar el local dónde residen jóvenes que están a su cargo. La Iglesia católica siempre haciendo el bien y eso es ahora y lo fue en la época en la que se sitúa la película . O la del músico que se cree un genio y en realidad está arruinado y sólo visita la iglesia para sablearle el vino al cura magistralmente interpretado como siempre por Pepe Isbert . En fin historias tiernas otras más graciosa y algunas mas oscuras . La pareja formada por Manolo Morán y Julia Caba Alba es idílica y hasta tienen un hijo cuando ella tiene casi los 60 años aunque claro en la película hace como de 40... Son cosas del cine pero hasta ese detatillo sin importancia dentro de una gran película se les perdona .

Por urbanidad entiende un diccionario actual aquel "Comportamiento acorde con los buenos modales que demuestra buena educación y respeto hacia los demás". Y añade una frase muy significativa relacionada con la definición: "Las reglas de la urbanidad y el comportamiento social han dejado de ser, en nuestros tiempos, un código riguroso e inamovible".
Pero en otro tiempo no tan lejano lo fueron.
No debe extrañar que uno de los primeros cuentos que recibimos en nuestra infancia, troquelado con la silueta del guardia y con un pequeño silbato colgado al cuello como obsequio, se titulara "El urbano Ramón que con su pito dirige la circulación".
Buena educación y respeto hacia los demás destila cada uno de los fotogramas de este otro guardia, Manolo (Morán), que en el centro de Madrid dirige una circulación en la que todavía se ven coches que arrancan moviendo la manivela delantera, motocarros, motos con sidecar y viejos automóviles de importación.
Una comedia amable y simpática que rezuma bonhomía en sus personajes. Es el caso de la esposa Dolores (Caba), Felipe el limpia (Andrés), Rafael el dependiente (Leblanc) y todos los demás. Incluso el despistado sacristán seguidor de Jim Relámpago en aquellos pequeños tebeos apaisados de "El Enmascarado".
Pero sobre todo D. Andrés el párroco (Isbert), empeñado en acertar una quiniela de catorce resultados para sacar a los niños de su orfanato y llevarlos a un colegio en las afueras donde corra el aire y puedan tomar el sol.
El guion es sencillo pero la realización define muy bien a los personajes, entrañables, sí, pero también creíbles y muy reales. Magnífica ambientación que describe a la perfección la época, con sus costumbres, limitaciones y aspiraciones.
Conocíamos a Salvia por otra obra suya de parecido corte que nos encantó, "La cesta", ya con un guion más poderoso. Un director que no debió ser muy prolífico pero que habría que reivindicar.
Cinta interesante que no deben perderse los aficionados al cine español de los 50, los seguidores de Isbert y de aquellos geniales actores que marcaron toda una época, especialmente los que disfrutan con comedias amables que invitan a cultivar la urbanidad y los valores humanos en general.

Una película con un argumento muy publicitario: si eres un hombre bondadoso y de dios, tendrás muchos amigos que te sacarán de un apuro cuando lo necesites.

Sale un sacerdote, para darle ese punto religioso-españolista de la mano del eterno José Isbert. Hay muchos actores conocidos, partiendo del prota Manolo Morán, que está en su linea, luego a Tony Leblanc, que quieren ponerlo de galán. También vemos a una Julia Caba Alba, que es madre, se hace raro, porque siempre la hemos visto de más mayor, y claro, no pega teniendo un bebé, pero claro está también tuvo su época, aunque en la película tuviese ya 44 años.

Y para acabar a Antonio Ozores, que sale en un papel muy pequeño. Aún por esta época no era un actor consagrado y le estamos viendo en papeles muy pequeños.

La película, pues a parte de la publicidad de ser bueno, religioso, temeroso de dios y tal, pues se hace un poco pesada y poco agraciada, es decir, no ha envejecido bien, quizás, como otras comedias españolas que sí se pueden ver bien a día de hoy.