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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Drama. Intriga Un juez y una hermosa joven se conocen durante un viaje y se enamoran, pero al poco tiempo ella desparece. Años después, el juez encuentra en un cementerio un cráneo atravesado por un clavo. Decide investigar el caso y las sospechas de asesinato recaen sobre la mujer que debía casarse con el difunto. Lo que el juez ignora es que el esclarecimiento del crimen le traerá la desgracia. (FILMAFFINITY)
29 de julio de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos en los años centrales del siglo XIX. En el interior de una diligencia el joven Javier Zarco (Durán) trata infructuosamente de conversar con una enigmática dama, Blanca (Rivelles): "¿Viene usted de Teruel? -No. ¿Va usted a Toledo? -No".
En la posta donde cambian los caballos se festeja un bautizo que congrega al vecindario. Ingenua celebración que templa un poco el diálogo al reanudar la marcha, "No sé si me ha dicho porqué iba a Teruel. -No se lo he dicho". Un rústico lugareño y una anciana sorda comparten el departamento, "El misterio de todos los viajeros".
A través de la sierra de Albarracín llegan a Cuenca en plenos carnavales, con un multitudinario baile de máscaras en la Fonda de Los Leones donde se alojan.
Surge allí un amor incontenible entre los jóvenes y los primeros tropiezos cuando Javier debe marchar a tomar posesión al Juzgado de 1ª instancia de la ciudad de Teruel. ¿Otros nuevos Amantes de Teruel?
El realismo del comienzo pronto da paso a la comedia romántica y al drama tenebroso que no tarda en desencadenarse con toda la parafernalia de cementerios, enterradores, cráneos, ataúdes, forenses, iglesias oscuras o viáticos solemnes. Todo con un asesinato y el correspondiente juicio y sentencia como fondo.
Transición temática se logra gracias al concurso de un gran guion que cuenta con buenos diálogos, pero que en algunos momentos abusa de la verborrea y del histrionismo propio del momento.
La realización logra crear personajes poderosos, profundos, sometidos siempre a los vaivenes de "La fuerza del destino".
Excelentes interpretaciones de Rivelles y de Durán, con un sobresaliente para el modesto secretario del Juzgado (Espantaleón), autor teatral que en sus ratos libres ha compuesto el drama "El verdugo de su causa o el criminal inocente". Teatro dentro del cine.
Adecuada ambientación y magnífica fotografía que juega con los claroscuros y las sombras, sobre todo en las abundantes escenas nocturnas.
Mención especial para la música con el "Vals de las flores" de Tchaikovsky interpretado en escenarios y en bailes de salón. Bellas imágenes que alternan con modestos tercetos de cantina o pobres violinistas callejeros.
En resumen, una excelente película española realizada en una época de fuertes limitaciones técnicas, pero dotada de una gran carga dramática que la hace absolutamente recomendable a los aficionados al séptimo arte.
Lafuente Estefanía
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