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Voto de Lafuente Estefanía:
8
Western El ingeniero Jeff Kincaid (Randolph Scott) debe construir una vía de tren a través de las montañas para unir Carson (Nevada) y Virginia City. El objetivo es proteger los envíos de oro y plata de Comstock Lode que, transportados en diligencia, sufren continuamente los ataques de los bandidos. (FILMAFFINITY)
21 de mayo de 2021
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde lejos, desde muy lejos la cámara en un plano panorámico sigue a una diligencia que allí al fondo desciende a gran velocidad por un camino polvoriento.
Es casi imposible ver hoy este tipo de planos tan amplios libres de chalets, tendidos eléctricos, gente por allí o aviones en vuelo. Y es que en el western los grandes paisajes son el todo. Un plano más corto nos permite ver enseguida a los forajidos esperando la llegada del coche.
En toda la historia del western veremos otro atraco como este. Robado el oro que llevaba el propietario de la mina, con delicadeza los ladrones invitan a los viajeros a comer todos juntos en un improvisado picnic, pero con manteles y servilletas de hilo, vasos de dos dólares la unidad y buenas viandas regadas con champán francés. "Coman, la casa invita". "Oiga, yo soy la casa ... soy el dueño del oro que roban". Es igual, los de la diligencia están encantados con esta especie tan rara de "Robin Hood".
Luego el argumento es de lo más delirante. Harto de que le roben el oro que lleva en la diligencia hasta el banco, no se le ocurre otra cosa al propietario de la mina que construir un ferrocarril entre las ciudades de Carson y Virginia, pues así no asaltarán las diligencias .... O sea, el pianista prefiere recorrer el piano en lugar de desplazar su asiento, porque alternativas había muchas. Los ladrones, encima, son otros mineros que prefieren robarle el oro al vecino antes de extraer el suyo. Les resulta más cómodo por lo visto.
La papeleta técnica se las trae por la dureza de los terrenos montañosos que deben atravesar los raíles. Pero, tranquilos, tenemos al ingeniero adecuado. Aquí está Jeff Kincaid (Scott) que tiene todo previsto ... bueno, casi todo pues en Carson City no todos desean la llegada del ferrocarril, empezando por los mismos bandidos y siguiendo por el periódico local, el "Carson City Clarion" que dirige el orondo Seke Mitchell (Beddoe) y donde escribe su intrépida hija Susan (Norman).
Con estos modestos ingredientes Toth consigue elaborar una maravillosa obra coral, con numerosos personajes entre quienes queda muy bien repartido el protagonismo. El fraseado es ingenioso y brillante, con respuestas ágiles que destilan ironía y gracia. El ritmo es continuo, pero alternando perfectamente escenas pausadas con otras más intensas. Preciosas cabalgadas, saltos al caballo o a la diligencia en marcha, buenas peleas de saloon y tiroteos. Sobresalientes las escenas de las explosiones y las del interior de la mina.
Tal como ya se ha dicho, Toth es un excelente director de actores. Los personajes son bastante normales, creíbles, todos con algún detalle particular, hasta los malos. Incluso el triángulo amoroso tiene también sus mas y sus menos.
Nos quedamos sobre todo con los paisajes, sus amplias panorámicas, la ambientación tanto de interiores como de exteriores, la excelencia de los actores de reparto, la agilidad de los especialistas, la abundancia de extras en algunos momentos ...
En fin, una gran película ... como tantas y tantas aparentemente menores de los años 50.
Lafuente Estefanía
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