Otra cinta de robos, asesinatos, puñetazos ... y cuernos en esta ocasión. Con el imprescindible sheriff tratando de poner un poco de orden.
Guion embarullado que se sigue con dificultad entre tantas traiciones, cobardías y ambiciones de unos y de otros. Tanto que al final hay que echar mano a la Caballería del Ejército (a la que para nada se había citado antes) para zanjar la cuestión. Lo dicho, con tanto cirio el espectador se queda al final a dos velas.
Dirección rutinaria y sobreactuación en las interpretaciones. Abundantes peleas a mamporros pésimamente ejecutadas, lo mismo que los tiroteos. Patética la lucha entre las dos mujeres, "Si no fueras una mujer te daría una tunda de azotes". La parte cómica corre a cargo de un enterrador de hablar gangoso, Jim (Ciges), que es de lo poco que se salva en el elenco.
Ambientación típica de los 70, o sea, sobreabundancia de patillas, bigotes y melenas.
Por allí aparece la clínica del Dr. Lorens con su instrumental y sus vitrinas, que trata una herida superficial de bala.
Película floja, western rutinario y muy embarullado.