Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Lafuente Estefanía:
3
Western Bill Doolin, alias Cimarron Kid, tras ser condenado por un delito que no cometió, acaba de salir de prisión. Se une a la banda de los Dalton para hacerse con el botín de los asaltos y después huye, convirtiéndose en fugitivo. Tras hallar refugio en un rancho, Bill encuentra su última oportunidad de redención en la hija del ranchero, con la que planea empezar una nueva vida en Sudamérica. (FILMAFFINITY)
3 de diciembre de 2021
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El poder rehabilitador del amor parece ser la moraleja de la cinta. En libertad condicional, Cimarrón Kid (Murphy) se ve envuelto contra su voluntad en un atraco que le obliga a retomar la senda de la violencia de la que se empeña en apartarlo un honrado comisario. Y, claro, ahí están los Dalton que le ofrecen cancha libre.
Atrevidos robos a bancos y trenes que no siempre salen como ellos esperan. Como refugio de emergencia suelen contar con los ranchos de antiguos colegas retirados. En uno de ellos vive Carrie Roberts (Tyler) que trata de que vuelva al buen camino.
La trama interpreta libremente algunos hechos históricos de esta famosa banda de delincuentes a través de un guion moralizante y de una dirección más preocupada de la acción, de los tiros y de las traiciones que de profundizar en unos personajes que podían haber dado mucho más de sí. Máxime con la honestidad de mostrar tanto a nobles como a mezquinos en los dos lados de la ley.
El tema de la posible rehabilitación ha producido obras notables y aquí se desaprovecha bastante. Tan solo destacamos la primera escena en el establo de los Roberts, cuando el comisario que los persigue se sabe en el punto de mira de los forajidos y aun así elípticamente se dirige a Kid para instarle a tomar el buen camino.
Curiosamente, el desenlace se desarrolla en este mismo establo y casi con los mismos protagonistas.
Eran precavidos aquellos Dalton, pues se llevaban siempre medicinas en sus correrías, "Por si acaso". Tienen además buena maña para extraer balas con unas tenacillas, después de limpiar bien la zona con agua caliente y aplicando luego algunos emplastos sobre las heridas.
Hay también un sugerente cartel taurino decorando un casino de Dallas.
La película tiene el encanto del inicio de los 50 con sus pantalones de camal ancho y las cinturitas femeninas de avispa. Lo que no impide que se trate de una obra floja, ¡un marrón, Kid!, pero recomendable a los aficionados al western de la época.
Lafuente Estefanía
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow