Me sigue gustando "Appaloosa" tanto como me gustó la primera vez.
No pienso negar que en su segunda mitad de metraje se me cae un poco esta adaptación de la novela homónima de Robert B. Parker firmada por Ed Harris, derivando quizás en un tercer acto algo anticlimático. Que seguramente la cosa sea pretendida, ya que el descubrir que el verdadero villano de la función no es el personaje de Jeremy Irons le da tal vuelco a todo el relato que es imposible permanecer impasible. Pero cuesta aceptar esa verdad, y más aún tras una primera parte de aroma old school tan encomiable.
Pero bueno. Pelillos a la mar.
Buen western, y con repartazo.