"Los renegados del diablo" es la apropiada evolución tanto de lo narrado por Rob Zombie en "La casa de los 1000 cadáveres" (2003) como en las aptitudes de este como cineasta.
En el debut cinematográfico del realizador de Massachusetts acudimos atónitos a un film en el que, los villanos del slasher, terminaban siendo más amados que las víctimas, así que ahora el bueno de Rob nos da más de esa medicina convirtiendo en protagonistas absolutos a los cabecillas de la peculiar familia Firefly, con la salvedad de que ahora los cazadores se convierten en cazados. Eso le sirve a Rob Zombie para construir una cinta bastante más adulta y pulida que su predecesora, dentro de sus obvios límites, y en la que la lucha entre lo rural y lo cosmopolita pasa a un segundo plano para dejarle hueco a una ferviente defensa a mantenerte fiel a ti mismo.
En "Los renegados del diablo" también vemos un crecimiento de Rob Zombie como artista total, lo que unido a la mayor libertad creativa de que gozó da como resultado un film superior. Una cinta en la que Zombie se permite profundizar en la figura de Groucho Marx, al tiempo que dos personajes debaten sobre este y Elvis Presley, todo mientras asistimos a la descarnada y virulenta odisea de tres psicópatas por carreteras abandonadas de la América olvidada, no puede caer en el olvido tan fácilmente, y mucho menos ya ser considerada mala. Por no hablar de cuando esta road-movie con tintes de western se permite un magnífico homenaje a Bonnie y Clyde. El texto de "Los renegados del diablo" es muy interesante, por no mencionar que Rob Zombie se desprende del tono caricaturesco y cómico de "La casa de los 1000 cadáveres" para recalar en uno más duro que le da más envergadura al conjunto. Y algo que no solo se mantiene, sino que crece y mejora, es la siempre característica potencia visual de Zombie. El carisma en los personajes también se conserva, el triangulo protagonista es de póster en la carpeta de cualquier adolescente si no fuera porque, los de hoy en día, ya no llevan carpetas.
En resumidas cuentas, "Los renegados del diablo" es, a día de hoy: la obra magna de Rob Zombie, la cinta que mejor le define y el siguiente paso dentro de su particular senda del exploitation.