En "Un lugar tranquilo" John Krasinski se doctora cum laude en el arduo oficio de cineasta, entregando un sencillo pero efectivísimo ejercicio de terror y tensión que rehuye en todo momento los tradicionales caminos del género, y todo ello con una simple historia de supervivencia que goza además de varias capas.
Una pareja y sus tres hijos sobreviven como pueden en un mundo desolado y dominado por unas extrañas criaturas hipersensibles a cualquier tipo de sonido. Una sencillísima premisa que adquiere mimbres cuando John Krasinski decide convertirla en un angustioso juego que mantiene en vilo al espectador durante casi hora y media. Y si a todo ello le sumamos otros temas de fondo, tales como el sentimiento de culpa ante la perdida o el amor, e incluso una desacomplejada crítica hacia el ruidoso y enfermizo mundo en el que vivimos, da como resultado una cinta sublime.
Yo estoy bastante acostumbrado al cine de terror, de hecho es mi género predilecto, lo que por desgracia me ha hecho bastante insensible al miedo que puedan y deban transmitir por su condición. Pues "Un lugar tranquilo", además de mantenerme en tensión de principio a fin, me ha proporcionado una buena dosis de sobresaltos que ni yo esperaba. Es más o menos lo que hace un par de años me proporcionó Fede Álvarez en "No respires" (2016), solo que esta vez la película de John Krasinski además de ser eficaz en lo de asustar ofrece más contenido emocional e incluso más trasfondo en sus personajes. Por no mencionar que "Un lugar tranquilo" es de esos films que funcionan de maravillas y resultan igual de efectivos en un segundo visionado, o tercero inclusive; aunque no quieras te seguirás asustando.
Actoralmente Emily Blunt brilla muchísimo, la escena de la bañera es brutal. Y Millicent Simmonds esta también magnífica, transmite mucho solo con la mirada.
El mayor defecto de "Un lugar tranquilo" es que se te haga corta, que a mí se me hizo, pero para todo lo demás es un portento. Creo que tiene puesto fijo en mí top-3 del 2018. Indudablemente es una cinta para gozar en un cine, viendo además por el rabillo del ojo las reacciones de los que están a tu alrededor, ahí compruebas más si cabe la efectividad de esta producción de Michael Bay destinada a ser pieza clave del género.