Llevo desde que terminé de ver esta película (¿?) preguntándome por la razón que tienen algunos actores para meterse en cenagales como éste. Qué necesidad tendrán de rodar castañazos de semejante calibre, si será por contrato o si será porque el guión les llenará (¿?) o por el director (que ha tenido momentos más felices). Cómo habrán estado actores con una reputación que mantener como Gerard Butler o Dennis Quaid para hacer este bodrio o actrices como Catherine Zeta Jones, Una Thurman o incluso Jessica Biel para meterse en un film de un machismo sangrante que retrata a las mujeres como seres que se vuelven locas cuando aparece un muchachote guapo que entrena a sus hijos.
Porque el guion se basa en eso: un antiguo jugador de fútbol llega nuevo a la ciudad para estar con su hijo y termina entrenando a su equipo de fútbol. Y todas las madres pierden la pinza por el mozalbete en cuestión y le ponen en circunstancias peliagudas que el otro no tiene más remedio que ceder y liarse con casi todas. Es el macho alfa. Y todo esto mientras el menda en cuestión intenta reconquistar a la madre de su hijo. Como comedia romántica, no da la talla (y eso que la media de este tipo de películas tampoco es que sea muy allá), como comedia de enredo no tiene ni pizca de gracia y el guion es tan previsible y tan malo que a veces te preguntas si no será una parodia de ese tipo de películas. Pero cuando llega el final te das cuenta de que no es así, de que va en serio, lo cual es bastante preocupante.
Lo dicho, no me explico cómo el reparto ha accedido a este despropósito, aunque a final de cuentas Gerard Butler ha cogido un camino en el que la calidad de sus estrenos es inversamente proporcional al dinero que le pagan, tanto en las comedias románticas (“Exposados”) como las películas de acción (“Gamer”), Dennis Quaid tampoco es que se destaque por la calidad de algunas de sus películas (“Los jinetes del apocalipsis”), Jessica Biel está en un momento que debe hacer que la gente la vea, Catherine Zeta Jones llevaba tiempo perdida y debe ponerse otra vez en circulación pero lo más doloroso es ver aquí a la musa de Tarantino, a Uma Thurman en un papel que no tiene ni chicha ni limoná, aunque claro, tras participar en “Batman & Robin” a lo mejor le pareció Shakespeare.
Un director bueno como Gabriele Muccino ha firmado una película horrenda. Incluso los mejores escribas a veces tienen un tachón.