La verdad es que la última vez que sentí que me habían robado al ir al cine fue viendo esa película. Lo cierto es que la culpa es sólo mía. He visto suficientes películas de Nicolas Cage como para saber que uno no se puede arriesgar a ir al cine a ver una de sus pelis. Pero una vez más lo han conseguido. Un intrigante trailer de cine y un cartel engañador me hicieron caer en la tentación de darle al señor del peluquín una última oportunidad.
Lo cierto es que me arrepiento enormemente.

La película no es una mala película porque no arriesgue demasiado (algo que suele pasar con muchas pelis malas). Es mala porque precisamente arriesga indebidamente. Werner Herzog se cree un director innovador o algo por el estilo que pretende ofrecernos una peli de lo mas "molona" y a la última con mucha droga, mucha puta y mucha corrupción. Pero lo cierto es que llega tarde a este género y ya no aporta ninguna innovación al mismo.

Nicolas Cage.. pues que les voy a contar. El hombre parecía tomarse un poco más en serio su trabajo en papeles recientes como en "Señales del futuro" actuando de manera muy pobre pero, por lo menos, deshaciéndose poco a poco del histrionismo que le caracteriza.
Con esta película no sólo ha vuelto a las andadas... si no que es el papel más exagerado y terriblemente interpretado de su carrera (la cual en sí misma ya era bastante pésima).
¿Conocéis la sensación de ver a un actor en una película y no creerte NADA? NNAADDAA.
Ni sus expresiones, ni sus muecas, ni sus gritos, ni sus colocones, ni su maldito dolor de espalda.

En fin... siento realmente rabia hacia el director Werner Herzog. No le conocía hasta hoy, tengo que decirlo, pero sí os puedo asegurar que siempre le recordaré como el director que consiguió robarme 6 euros y una tarde de sábado.