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Voto de Francisco Javier Millan:
6
Drama Basada en las memorias escritas por Philippe Petit (Joseph Gordon-Levitt), un funambulista francés que, en 1974, guiado por su mentor Papa Rudy (Ben Kingsley), se propuso un reto nunca antes realizado: recorrer sobre un cable el espacio que separaba las Torres Gemelas de Nueva York. (FILMAFFINITY)
15 de enero de 2016
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Recuerdo que al menos, hace unos quince años o así, acudía asiduamente a los cines IMAX con el fin de dejarme maravillar con la grandiosidad de las imágenes en 3D. Incluso en una ocasión organicé un viaje por mi cuenta, con el único objetivo de ver por primera vez en Madrid, uno de estos espectáculos.
Mucho ha llovido desde entonces. Y mientras este tipo de salas cierran y languidecen en las grandes ciudades, el resto de las salas convencionales parecen querer de un tiempo a esta parte, ofrecernos experiencias similares. La diferencia con aquellas primeras cintas reside principalmente en el interés actual de contar historias, ya que lo que veíamos en estos lugares, era una demostración de fuerza tecnológica que no solía pasar más allá del espectáculo de un parque temático.
Robert Zemeckis captura lo mejor de los dos mundos con su nuevo film. Sin duda la presencia de Joseph Gordon-Levitt mirando a la cámara y explicándonos el relato tiene mucho de aquella época. A partir de ese instante, el film narra la peripecia del funambulista Phlippe Petit moviéndose entre el cine habitual de su director, con la plasmación en imágenes y música de la década de los setenta, junto con una de las mayores demostraciones visuales de los últimos tiempos. Aunque con matices.
Es indudable la espectacularidad de la propuesta y la minuciosidad de la recreación de los diferentes acontecimientos. Pero a la cinta le pesan dos problemas fundamentales.
Por un lado la mayor parte de los espectadores ya saben de que va la historia, y más si han visto el excelente documental “Man on Wire” estrenado hace unos pocos años. Y por otro, la ya consabida borrachera que tiene la población actual ante este tipo de alardes visuales. Estos dos factores combinados, provocan que apenas podamos sentir algo de suspense en su tramo final. En cierta medida nos hemos inmunizado ante todo ello.
Pero eso no quita que Zemeckis nos haya otorgado una maravillosa película, llena de ritmo y de saber hacer artesano. El autor de “Regreso al futuro” y “Forrest Gump” parece volver a tomar aire, tras más de diez años vagando sin rumbo en el campo de las producciones de captura de movimiento.
Si con “El vuelo” hablábamos de una nueva etapa en su filmografía, con esta aventura de “altura”, nos vuelve a demostrar sus buenas habilidades para retratar los sueños e ilusiones de algunos personajes.
Y lo mejor de todo es ver, como de manera sutil y conmovedora, nos presenta un gran homenaje a estos símbolos de la Gran Manzana. Dos edificios a los que Philippe Petit les dio alma y significado gracias a su gran hazaña.
Francisco Javier Millan
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