Cual una Antes de amanecer en la noche madrileña, pero con escaso interés, veo esta película que me hace sentir como un "voyeur" que va tras una pareja por la acera una noche de marcha oyendo las cosas que, no solo no son de mi interés, sino que no me interesan. El caso es que aquí, al contrario que en la vida real, no te basta con cambiar de acera. Sigues pendiente de la pantalla esperando suceda algo más allá de la teatralidad cansina de sus dos protagonistas para ver, una vez más, como una chica que va de inteligente, cae (y de qué manera) en las redes del típico guapete con palique que busca embaucarla para aumentar su álbum de cromos de conquistas y de paso echar un polvo.