Back to the basic! Chuck vuelve a las calles. A la ciudad, a la justicia urbana. Y a otra caterva de capos del crimen, de la trata de blancas y del narcotrafico impacientes porque Norris les caliente el hocico (pero para llegar a ese punto ya sabemos que antes toca matar a su... en fin, eso casi es lo de menos, ¿no?)
Desde luego a Chuck Norris podrá acusársele de no estirar al máximo las posibilidades dramatúrgicas de los embolaos en los que se meten sus superpolis. Pero tampoco habrá quien le eche en cara que repare en gastos para rodearse de buenas compañías:
Por ahí anda de comisario puñetero el mismísimo Richard "Shaft" Roundtree y, a su lado, Mako ('El Yangtsé en llamas' , 'Conan el bárbaro') a la busqueda de los malosos que le han dado matarile a su hija (Rosalind Chao, vieja conocidilla tanto para fans del Spiderman setentero de Nicholas Hammond como para un trekkie prosélito del siglo XXIV).
Poniéndoselo difícil el mismísimo Christopher "no hace falta presentarlo" Lee y un Profesor "de gruñidos" Toru Tanaka al que se enfrenta disfrazado de Zipi.
Dirige el mercenario de postín (y a la postre acólito de Roger Corman) Steve Carver -que ya había asomado el pescuezo con 'Big Bad Mama' y 'Capone'- en su primera colaboración a las ordenes de Norris (¿o era al revés?). Si en el futuro creó las bases para el salto televisivo de Chuck aquí hizo lo propio (muy solapadamente) anticipándose a 'Top Dog' y su química animalizada.
Esta vez a Chuck se le cae el pelo del mostacho. A los que le buscan las cosquillas forzándolo a tomarse la justicia por su mano se les cae literalmente.
Produce uno de los hijos de Frank Capra.